Escasez le pega a negocios y productores
Aumento de precios y caída de ventas son algunas de las afectaciones que ha dejado el desabasto de gasolina en el país, originado por el cambio de estrategia de distribución del combustible por parte del gobierno federal.
En Michoacán se estima que los productos del campo pudieran incrementarse hasta 20%. Aunque el secretario de Desarrollo Rural y Agroalimentario de Michoacán, Rubén Medina Niño, dijo a la OEM que no sería justificable un alza debido a que la gasolina y el diésel no han sufrido un aumento en el precio, reconoció que hay retrasos de tres a cuatro días –es decir, el tiempo que se tardan en conseguir gasolina– en el transporte de alimentos frescos.
SE NIEGAN A TRASLADAR CADÁVERES
En Toluca, Estado de México, las funerarias resienten la falta de combustible y en algunos casos han restringido el traslado de personas fallecidas a sus lugares de origen: “No tenemos para gasolina y pues para hacer un traslado largo, no podemos prestar el servicio”, señaló Gabino Zarza, representante de Funerales del Recuerdo Toluca.
Varios propietarios de funerarias coincidieron en que así como en algunas gasolineras se les da prioridad a las ambulancias y patrullas, por el asunto de las emergencias, las funerarias deben tener alguna facilidad, toda vez que su labor también es prioritaria.
Incluso la Iglesia se ha manifestado. En Irapuato, Guanajuato, el Obispo Enrique Díaz Díaz pidió a las autoridades que se dé a conocer la identidad de los responsables del robo de hidrocarburo si se pretende obtener resultados positivos.
En Toluca lanzaron una campaña llamando a no hacer uso de garrafones de agua para compra de gasolina, pues de ser reutilizado el recipiente, se corren graves riesgos de salud. Además, se contamina el combustible y reduce su eficiencia.
"Sí por el desabasto, llenaste tu garrafón de agua potable con gasolina, márcalo de forma permanente o destrúyelo pero no lo entregues de nuevo al distribuidor. Así evitamos un gran daño a la población", dice un mensaje que circula en redes sociales.
Entre los principales riesgos de salud por reutilizar un garrafón de agua potable contaminado con gasolina están la pérdida del olfato o la visión por ceguera o desprendimiento de la retina, ardor y enrojecimiento de ojos, pérdida del oído, diarrea.
Pese
a que la gasolina se vende por raciones delimitadas, existen denuncias de gente que ha comprado miles de pesos en gasolina