Inicia una nueva era nuclear internacional
Estados Unidos anunció el desarrollo de nuevos misiles, una medida que hace temer que comience una carrera armamentista entre las principales potencias mundiales
WASHINGTON. Estados Unidos y Rusia pusieron término el viernes al tratado de desarme nuclear INF, firmado al final de la Guerra Fría, en una decisión que reaviva el temor a una carrera armamentística entre las potencias mundiales.
El tratado sobre armas nucleares de alcance intermedio (INF, por sus siglas en inglés) del 8 de diciembre de 1987 limitó el uso de misiles de alcance intermedio (de 500 a cinco mil 500 km), tanto convencionales como nucleares.
Estados Unidos anunció el desarrollo de nuevos misiles tierra-aire después de haber concretado la muerte del emblemático tratado INF con Rusia.
El tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, firmado en 1987 por el
entonces presidente estadounidense Ronald Reagan y el líder soviético Mijaíl Gorbachov, limitaba el uso de misiles de alcance intermedio, tanto convencionales como nucleares.
Ambas partes señalaron durante meses su intención de retirarse del tratado, intercambiando acusaciones de romper los términos del pacto. El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, anunció la retirada formal de Washington durante un foro regional en Bangkok, minutos después de que Rusia declarara el fin del tratado.
Más tarde, el presidente Donald Trump aseguró que cualquier nuevo tratado para frenar el desarrollo de misiles nucleares debía incluir también a China.
Según los estadounidenses, Moscú ha aumentado sus capacidades de una manera incompatible con el tratado que se refiere a misiles de corto alcance.
“Ahora que nos hemos retirado, el Departamento de Defensa continuará a pleno con el desarrollo de estos misiles convencionales para lanzamiento desde tierra, como una respuesta prudente a las acciones de Rusia”, dijo el jefe del Pentágono, Mark Esper.
Moscú, en tanto, ha dicho que EU está cometiendo un “grave error” al retirarse del tratado, e insistido en que Washington ha abandonado el acuerdo para su propio beneficio en lugar de por las alegadas violaciones rusas.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que la alianza no quiere “una nueva carrera armamentista”. Pero las señales enviadas por Moscú y Washington generan serias preocupaciones, especialmente en Europa.
¿CARRERA ARMAMENTISTA?
“Estados Unidos ha expresado sus preocupaciones sobre Rusia desde 2013”, dijo el secretario Pompeo, quien se enorgulleció del “pleno apoyo” de los países miembros de la OTAN.
Pero Moscú “rechazó sistemáticamente durante seis años los esfuerzos de Estados Unidos para que Rusia respete nuevamente” el texto, agregó.
En cuestión están los misiles rusos 9M729, que representan en su opinión una “amenaza directa” para los estadounidenses y sus aliados, aunque Rusia asegura que tienen un alcance máximo de 480 km.
Desde febrero, las dos potencias rivales han tenido conversaciones que no han entregado resultados. El Pentágono quiere tener mayor libertad para contrarrestar el ascenso de China, que busca afirmar su supremacía militar en Asia.
Y del lado ruso, el Kremlin no parece estar disgustado por deshacerse de una herramienta que se considera ventajosa para Washington.
“El mundo perderá una herramienta valiosa contra la guerra nuclear”, lamentó el jueves el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Sin embargo, Pompeo aseguró que el gobierno de Trump quiere anunciar una “nueva era de control de armas”, que va más allá del marco bilateral entre Estados Unidos y Rusia y que también concierne a China, una propuesta que no parece interesar a Pekín en esta etapa.
El líder soviético, Mijaíl Gorbachov, y el presidente de EU, Ronald Reagan, lo firmaron el 8 de diciembre de 1987 y constaba de destruir toda una clase de misiles nucleares
MIKE POMPEO SECRETARIO DE ESTADO DE EU
Queremos una nueva era de control de armas, que va más allá del marco bilateral entre EU y Rusia y que también concierne a China”