Trull El rostro es la mejo
cual quiere decir que si un suplantador es un viejo conocido entre las empresas y ha defraudado a alguna de ellas no puede continuar haciéndolo”.
Según el emprendedor, esta tecnología permite hacer comparaciones de rostros uno contra uno en el orden de los millones en menos de tres segundos y el usuario ni siquiera se da cuenta de que esta información se está procesando.
La base de datos contiene también información como geolocalización y número de teléfono para confirmar los resultados mediante modelos de inteligencia artificial.
Por razones de confidencialidad, Fernando se guarda los nombres de sus clientes pero asegura que son principalmente empresas financieras, las cuales ponen en riesgo su capital y son las más dadas a ser defraudadas, bancos tradicionales o nuevas fintech.
“La pérdida de las empresas va en función de el tamaño del servicio que están entregando y el límite del crédito que otorgan”.
“El costo también puede ser reputacional para la organización que está sufriendo este problema de fraude”
En la experiencia del emprendedor, el 2 por ciento de las solicitudes entre sus clientes son fraudulentas.
Fernando destaca que sólo trabaja con plataformas que pidan a sus nuevos usuarios fotografías en tiempo real de sus rostros.
En ese sentido, tecnologías que hasta el momento se han usado como claves, fotografías de documentos de identidad, o fotografías archivadas, son mecanismos de seguridad que los defraudadores ya saben cómo burlar.
“En el mercado de Santo Domingo obtener una identificación falsa cuesta mil 500 pesos y con esa yo ya estoy suplantando a alguien, estoy sacando a nombre de alguien un crédito haciéndome pasar por esa persona y esto genera un impacto directo para las organizaciones que hacen préstamos de dinero”.
Fernando es un veterano del desarrollo de inteligencia artificial y el análisis de datos luego de haber trabajado para el conglomerado alemán de maquinaria Krauss Maffei, la llantera Continental y Banco Azteca.
Ya como parte de Rappipay, Fernando y sus socios Carl Handlin y Eric Balderrama fueron los encargados de lanzar