Morena va contra las calificadoras
Desde el Senado propone dar a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores facultad para revocar permisos
CDMX.- El grupo parlamentario de Morena en el Senado impulsa una reforma para que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) revoque la autorización a las calificadoras de riesgo crediticio cuando considere que atentan claramente contra una compañía o sector en el país.
Las calificadoras como Standard & Poor´s ponen en riesgo la estabilidad de los mercados y de empresas como Pemex, acusó el senador y vocero de Morena, Salomón Jara Cruz, al anunciar que en la sesión de hoy presentarán la iniciativa de reforma al artículo 340 de la Ley del Mercado de Valores.
Para el legislador, el cambio en la perspectiva crediticia de Pemex de estable a negativa por parte de S&P y otras instituciones financieras pierde credibilidad ante el crecimiento de la confianza
del consumidor, que alcanzó un máximo histórico, y la apreciación del peso frente al dólar en cinco centavos. Estos datos, aseguró, “tienen su origen en la confianza en las decisiones que el presidente Andrés Manuel López Obrador está tomando en materia económica".
El objetivo de la reforma, insistió, es establecer criterios para garantizar que las calificaciones cumplan los principios de independencia, objetividad, rigurosidad y transparencia, y no busquen de manera deliberada atentar contra la estabilidad financiera de los mercados o contra alguna empresa o sector.
El fortalecimiento de la regulación de las agencias calificadoras fue un tema prioritario en la Unión Europea y en Estados Unidos, luego de la severa crisis mundial de 2008 que tuvo su origen en el actuar de agencias como S&P y Moody’s, dijo el senador.
“Llegamos tarde porque el capitalismo de cuates y la colusión entre el poder político y el poder económico permitió que muchas personas y empresas se beneficiaran del despojo y el desmantelamiento de la industria nacional”, indicó Jara Cruz.
El senador del PAN, Gustavo Madero, calificó de arrogante el anuncio de Morena y señaló que “el problema no son las calificadoras, sino la realidad”, que da señales de una desaceleración económica.
LA TORMENTA
Por la mañana, el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, dijo a propósito de los ajustes a la perspectiva de la calificación de México que "no hay que hacer una tormenta en un vaso de agua”.
"Esto de las agencias hay que tomarlo como un granito de sal, no bajaron las calificaciones, nada más bajaron las perspectivas", declaró el funcionario este miércoles, cuando la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo también su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en este año de 2.5 a 2.0 por ciento. Esto, en línea con los recortes por parte del Banco de México, el Fondo Monetario Internacional y otros organismos.
El reporte de la OCDE llevó a la Bolsa Mexicana de Valores a hilar su octava jornada de pérdidas, su peor racha en más de tres años, en medio de temores de una posible baja en la nota de la segunda mayor economía de Latinoamérica por una serie de anuncios de las calificadoras.
El subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, dijo en una entrevista televisiva que México está muy lejos de perder el grado de inversión, pero advirtió que Pemex, que juega un importante papel en las finanzas públicas, requiere "medidas estructurales".
"Hay mucha cautela en el mercado, hay incertidumbre sobre México", dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base. "Una salida moderada de capitales este año pudiera darse si se incrementa la especulación en torno a un recorte de la calificación crediticia de México", agregó.
El viernes, S&P advirtió que México podría sufrir una baja de calificación el próximo año, tras revisar su perspectiva crediticia a negativa, ante el riesgo de un menor crecimiento y mayores pasivos contingentes derivados de las políticas del nuevo gobierno.
En un movimiento “lógico”, el lunes la misma calificadora degradó a negativa la perspectiva sobre Pemex, la Comisión Federal de Electricidad, tres de las mayores empresas en el país (América Móvil, Coca-Cola Femsa y Liverpool), 77 instituciones financieras y siete aseguradoras.
A finales de enero, Fitch Ratings bajó las calificaciones de Pemex y mantuvo su perspectiva negativa para dejarlas a un paso del nivel “basura”. Esto, al considerar que el apoyo fiscal anunciado por el gobierno para la empresa es insuficiente para contrarrestar el reciente deterioro en el perfil crediticio de la compañía
La misma agencia decidió el 28 de octubre cambiar la perspectiva de la nota de México de estable a negativa tras publicarse el resultado de la consulta sobre el aeropuerto de Texcoco, en favor de Santa Lucía. Un día antes de la votación HR Ratings degradó los bonos a largo plazo en moneda extranjera y local de Pemex.