Busca Municipio reubicar a comerciantes informales
Despejar la vía pública a favor del orden, el objetivo: Zermeño
Al ofrecerles un espacio en el que puedan desarrollar sus actividades económicas en condiciones más dignas y ya dentro del orden, el Gobierno Municipal busca concretar la reubicación de decenas de comerciantes que desde hace mucho tiempo se instalan diariamente en las inmediaciones del Mercado Alianza, proyecto en contra del cual ya han surgido las primeras muestras de inconformidad por parte de quienes se resisten a ser parte del cambio que se les propone.
El alcalde Jorge Zermeño Infante asegura que se trata de buena propuesta, pues se pretende que los involucrados, en lugar de seguir vendiendo su mercancía sobre la banqueta, ocupen locales fijos dentro de un centro co
mercial de propiedad privada que luego de haber permanecido en desuso durante muchos años, será objeto de una rehabilitación integral.
Hizo notar que dicho inmueble se ubica justo frente al lugar donde los vendedores realizan su actividad, de manera que no se alejará del sector al ocupar un local por el que individualmente el costo del arrendamiento no será superior a los mil pesos, como se ha estipulado con la intervención que en calidad de facilitador ha tenido ya el Municipio ante los propietarios. Cabe señalar que es prácticamente junto a las instalaciones del Museo del Algodón, sobre la calle 5 de Mayo entre las avenidas Morelos y Matamoros, donde diariamente se instalan los vendedores popular
Fierros, herramientas usadas, ropa, zapatos, llaves y hasta comida, es parte de lo que se comercializa en el sector.
JORGE ZERMEÑO INFANTE,
ALCALDE DE TORREÓN.
La idea es ofrecerles un espacio seguro para que puedan instalarse, en lugar de estar en la banqueta”.
mente conocidos como los “fierreros”, y que ahora se pretende reubicar para recuperar las banquetas de la zona como lo que son, espacios de uso peatonal.
OPOSICIÓN
Mientras que la autoridad municipal confía en
poder hacer realidad este proceso de ordenamiento, entre los comerciantes llamados a reubicarse son varios que han dicho que no están dispuestos a abandonar los espacios en los que han trabajado durante toda la vida, en puestos de venta que, dicen, fueron fundados por sus padres hace casi 70 años