Ponen punto final
MADRID. No estaba previsto que In the end, el disco que The Cranberries publica hoy, fuese a ser el último de la banda irlandesa, hasta que en medio del proceso de composición sobrevino la muerte de su líder, la magnética Dolores O'Riordan, a la que va dedicado este álbum de bella factura.
"Iba a ser un álbum más y me gusta pensar que aún podríamos haber hecho unos cuantos", reconoce al otro lado del teléfono Noel Hogan, guitarrista y coautor de las canciones, para quien la iniciativa de concluir el trabajo iniciado junto a su compañera "era una bonita manera de acabar" esta aventura.
La publicación del nuevo álbum, que representa el octavo de estudio en su carrera y recoge las últimas grabaciones vocales de O'Riordan, es noticiosa además porque constituye el primer material original del grupo desde que hace siete años publicaran Roses.
Según cuenta Hogan, la iniciativa de lanzar nuevos temas surgió durante los ensayos de su disco Some
thing else (2017), en el que reinterpretaban en clave acústica grandes éxitos como Zombie, Linger o Just my imagination.
Ya en su primera parada de la gira ese mismo año, en Polonia, la inspiración asaltó al guitarrista, que rápidamente esbozó el tema que hoy lleva por título
A place I know, al cual puso letra O'Riordan en apenas dos días, si bien es cierto que el grueso de la composición lo acometieron a partir de junio.