Santos ya está en sexto lugar
Un gol de Julio Furch llevó al equipo lagunero al triunfo ante unos aguerridos rojinegros del Atlas que vendieron cara la derrota y así meterse de lleno a la pelea en la liguilla.
Un gol de Julio Furch en el cobro de un tiro penal, el cual había atajado Camilo Vargas, pero en el contrarremate el argentino mandó el balón al fondo de las redes, permitió que Santos derrotara apuradamente 1 por 0 al Atlas, llegando el cuadro de Guillermo Almada a 14 puntos para instalarse en el sexto lugar de la tabla.
Atlas le dio pelea a los de la Comarca y fue un rival incómodo que exigió de principio a fin, mereciendo quizás al final mejor suerte, pues en muchos lapsos del encuentro fue mejor y estuvo constantemente buscando el arco rival, sin embargo no le alcanzó y cargó con la derrota.
Santos hizo lo suficiente y con el tanto del `Emperador del Gol' se echó a la bolsa 3 puntos muy importantes que lo mantienen en zona de calificación.
Después del minuto 20 se dio una desafortunada jugada en la que Félix Torres chocó de frente con su compañero Matheus Doria, lastimándolo de la nariz, por lo que el zaguero carioca tuvo que abandonar la cancha, ingresando en su lugar Diego Valdés.
Cuando parecía que se iban al descanso con empate sin goles, se marcó penal a favor de Santos luego de una falta sobre Félix Torres. Fue Julio Furch quien se encargó de cobrar con potencia, atajando Camilo Vargas, sin embargo el balón le quedó de nueva cuenta al delantero albiverde y ahora sí no perdonó para poner el 10 en tiempo de compensación.
En el inicio de la segunda mitad Carlos Orrantia le pegó de derecha al esférico de frente al arco, estando atento Camilo Vargas para rechazar a tiro de esquina.
Después del `susto' el conjunto tapatío buscó acomodarse e ir por el empate, pero su accionar no fue el esperado y batalló para hilvanar una buena jugada que lo acercara al área de los laguneros. Del minuto 55 en adelante se dio un partido muy peleado en todos los sectores del campo y aunque ambos equipos tocaron la puerta, no hubo contundencia en ninguno de los dos.