Nació como escuela de educación media a principios de los años 40, primero como escuela politécnica
Los año pasan, pero los recuerdos quedan en la memoria de quien los que vivimos tiempos felices en la juventud, como es el caso de la mayoría de los ex alumnos de la Preparatoria Venustiano Carranza (la famosa PVC), misma que hoy en día tiene como nombre oficial Escuela de Bachilleres Venustiano Carranza, de la Universidad Autónoma de Coahuila.
Dicha institución educativa nació como una escuela de educación media a principios de la década de los años 40, primero como “Escuela Polítécnica”, en 1941, si bien en mayo de 1942 fue convertida en una secundaria, donde 42 alumnos (36 varones y 6 mujercitas), de 135 inscritos, concluyeron estudios en junio de 1945.
Entre julio y agosto de dicho año, se hicieron gestiones y se logró la autorización para los estudios de bachillerato, iniciando éstos a partir del último mes como Escuela Secundaria y Preparatoria Venustiano Carranza, continuando como tal hasta que la Universidad Autónoma de Coahuila entregó el nivel de secundaria al gobierno estatal.
Lo anterior era necesario informar, para ubicarnos en la etapa inicial de la PVC a mediados del siglo pasado, cuando estudiamos ahí los pocos ex alumnos que hemos quedando en esta vida.
Seleccionamos ex profeso lo que algunos compañeros escribieron en el libro “Remembranzas de la Preparatoria Venustiano Carranza”, editado por el C.P. Alfredo Rojas Hernández, con la narrativa de varios ex alumnos de esa institución.
Lic. Germán Palomares Esquivel, generación 1964 – 1969: “Cursaba mi último año de primaria y mi única ilusión era entrar a la Venustiano Carranza… mis compañeros de Gómez Palacio decían que se inscribirían en el Instituto 18 de marzo, pero a mí solamente me importaba la PVC”.
“Recuerdo el primer día de mi inscripción (que incluía) la novatada, el ser rapado al igual que todos los que ingresábamos, pero con la sorpresa de que traía el pelo muy corto, como lo ordenaban nuestros padres en esos tiempos, y no era por moda, era por respeto a la decisión de ellos, nuestros padres; eran otros valores, de la PVC, generación 19551960. los cuales se han venido perdiendo”.
“También recuerdo el timbre de la escuela (para la entrada y la salida de clases), tan fuerte que se oía hasta el bosque Venustiano Carranza, y obedientemente corríamos para ir a clases. Y de pronto, entre la bola, una saeta montada en su corcel negro (su bicicleta), llegaba el profesor Darío Alvarado, “El Magister”, abriéndose paso entre los estudiantes.
En su extensa narrativa, Germán recuerda a varios profesores de su tiempo: el mencionado Darío Alvarado, Horacio Ruíz Higuera, Artemio Espino Medina, Guadalupe Rodríguez, Francisco Becerra Maciel, Wenceslao Rodríguez, Rubén Favela, el Dr. Jesús Fuentes Pérez, entre otros. Así como algunos condiscípulos: Mario Martínez Trejo, hoy abogado; José Luis Pérez de la Torre “El Flaco”, licenciado en comunicación; Honorio Morales Encinas, arquitecto; Jorge Morales Ochoa, ingeniero civil; Miguel Ángel Mena, LAE; Luis Enrique Mena, contador público; Gerardo Sánchez Medinilla, abogado; Víctor H. Ramírez “El Frijolito”, abogado; etcétera.
Otro ex alumno de la misma generación Guillermo Martínez Moreno, recuerda a otros ex alumnos: Rodolfo Facusse, Jesús Segura, Felipe García, hoy abogado; Gilberto Soria “La Liebre”; Héctor de los Santos, Roque Márquez, médico; José Manzur, empresario; David Castillo “El Chato”, y Gerardo Calderón, ambos fallecidos.
Catalina Leal Azpilcueta, quien concluyó estudios de bachillerato en 1960, dice recordar a sus maestros: Lic. Raimundo de la Cruz López (“El Poeta del Pueblo”, según de la fachada del viejo edificio de la PVC.
se auto nombraba); las profesoras Guadalupe Rodríguez, Rebeca Alonso de Camarillo y Ofelia Flores de Aréchiga; doctor Jesús Fuentes Pérez “El Toro”; Lic. Rafael del Río, y el inolvidable profesor Wenceslao Rodríguez. Y entre sus compañeros de estudios: Socorro Martínez, abogada; Carmen Vidal (+), Rosa Velia Martínez, Esther Rivas, Erika Corrales, Ana María y Marta Mejía, así los que consideró sus mejores amigos, Jesús G. Sotomayor Garza y Eusebio Véliz, ambos abogados.
Quien esto escribe se considera de doble generación, pues debiendo terminar el bachillerato en 1960, después de haber iniciado la secundaria en 1955, por motivos de salud tuve que abandonar mis estudios en el último año de bachillerato, sometiéndome a tratamiento médico durante doce meses. Pero por vergüenza no quise reanudar estudios en la PVC, sino en la Escuela Secundaria y Preparatoria Nocturna por Cooperación (la que funcionaba en el edificio de la Primaria Del Centenario), para finalmente regresar a mi amada PVC y terminar en 1963.
Entre las materias de secundaria y preparatoria recuerdo con agrado: Música, Geografía, Español, Historia, Matemáticas, Civismo, Física, Química, Ética, entre otras, con maestros antes mencionados e incluyendo al que fuera el primer director de la PVC, Profr. Jesús Cueto Nicanor, y en el nivel secunaria los talleres de carpintería, hojalatería, electricidad. En mi paso por la PVC incursioné en periodismo estudiantil, así como en organizar los famosos torneos de oratoria y declamación.
Hay otros dos condiscípulos que también escribieron sus vivencias en el libro “Remembranzas de la Preparatoria Venustiano Carranza”, Arturo Orona Flores y Ricardo S. Tea Wong, de los cuales entresacaremos algo de lo que narraron.
Arturo Orona Flores: “Entre los compañeros que nos inscribimos en la PVC, recuerdo a Ernesto Alemán, Marcos Ramírez, José Luis Peña, Felipe de la Garza, Jesús M. Moreno Mejía, Ricardo Pérez Mesta, Jesús G. Sotomayor, Melchor Rodríguez Mena, Carlos Ruiz Cavazos, Salvador Pérez, Rolando Albores, Cuauhtémoc Ontiveros, Carlos Olivier, etc.”
Ricardo Salvador Tea Wong, por su parte, recuerda a Luis Jorge Flores Rodríguez, Luis Salvador García Durán “El Cuervo”; Jesús Guerrero Cano “Zacatillo”; José Luis Ruiz Vargas “Ganchillo”; Erasmo Galván Ruelas “Bulbo”; Enrique Jorge Samia Veloz “El Capi”; Simón Gutiérrez Ortiz (todos ellos integrantes del equipo de basquetbol) y su entrenador Jesús Sánchez de Luna “Magua”.
Recordar nombres de ex alumnos y profesores, pero ello implicaría una lista interminable. Solamente diremos, para concluir, que la PVC sigue vigente, con nuevo edificio, tras de haber dejado atrás dos instalaciones, y que en este mes tendrán su Cuarta Semana del Peveciano, y dentro del programa de actividades se incluirá la entrega de una presea con la efigie de la diosa Minerva, para los ex alumnos merecedores de ese galardón por su destacada labor en su vida profesional.
¡Hasta la próxima!