#UnDíaSinNosotras paraliza a La Laguna
Negocios, empresas, escuelas y oficinas de gobierno resienten ausencia de las mujeres
El presidente de la Cámara de Comercio de Torreón, Luis Cuerda Serna, confirmó que un 80% del personal femenino que labora para los 5 mil 890 negocios afiliados no acudieron a laborar, por lo que distintos establecimientos permanecieron cerrados y otros registraron una baja considerable en sus ventas.
Para el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, Carlos Braña Muñoz, la industria lagunera tiene en las mujeres a su gran fortaleza, dada su mano de obra de calidad. Ante el paro nacional y la marcha es momento de que las autoridades se pongan a trabajar en una auténtica legislación que erradique la violencia contra las mujeres.
En tanto, el presidente del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada, Rogelio Barrios Cázares, dijo que el paro nacional de mujeres y la marcha realizada el domingo en La Laguna son un mensaje claro para las autoridades: no más violencia.
Casi desiertas y con una escasa actividad permanecieron desde el inicio de la jornada de ayer lunes, las oficinas públicas de los tres niveles de gobierno, en donde mucho se hizo notar la ausencia de las servidoras públicas que decidieron unirse al paro nacional de mujeres.
También se hizo evidente una importante reducción en la afluencia de ciudadanos, pues ante la expectativa que previamente generó el movimiento “Un Día sin Nosotras”, muchos se abstuvieron de acudir a realizar algunos trámites o a cumplir con el pago de sus contribuciones.
Solamente en las oficinas que funcionan en el edificio de la presidencia municipal y en las demás dependencias del Ayuntamiento de Torreón, normalmente trabajan alrededor de tres mil 100 personas sindicalizadas y de confianza, de las cuales mil 236 son mujeres, y aunque no se precisó el dato, fue muy notorio que la gran mayoría de ellas no acudieron a laborar.
En la sala de regidores la situación fue la misma, ya que la mayoría de las ediles no asistieron a sus despachos, en cuyo exterior se hizo presente solamente personal masculino dispuesto a atender a la gente que pudiera presentarse en busca de algún apoyo o ayuda para gestoría.
Por lo que respecta a las dependencias estatales, las condiciones fueron muy similares, como se pudo observar, por
ejemplo, en el Edificio Coahuila, donde la afluencia de ciudadanos fue casi total.
Uno de los espacios donde se advirtió una mayor reducción en el ritmo de las actividades cotidianas lo fue el Palacio Federal, sede de una buena parte de las dependencias del Gobierno de la Repúbli
ca en esta región.
Ahí, los accesos, escaleras, pasillos y oficinas públicas permanecieron desiertos casi todo el tiempo, así que por lo que los trabajadores y funcionarios que sí acudieron a laborar, en realidad tuvieron muy poco quehacer.