Claman vecinos la ayuda alimentaria
“En casa y sin comida. El coronavirus mata, el hambre también”, necesitamos darle de comer a nuestros hijos”, lamentó Victoria Zamora Pérez, quien además tiene padecimientos del corazón.
Victoria junto con otras vecinas del Fraccionamiento Ex Hacienda La Perla han puesto cartelones a fuera de sus casas, pues sienten que de seguir así vendrán resultados catastróficos.
Ella además de todas las contingencias que tiene que pasar, no tiene para comprar el medicamento para que no se le hagan coágulos en el corazón, sumado a una discapacidad que sufre.
Dice que ahora solo comen sopa con chile, pues todos los alimentos de la canasta básica están demasiado caros, “las tortillas, los frijoles, el huevo, azúcar y aceite no se pueden comprar”.
Su hijo, Miguel Ángel Onofre sale todos los días a juntar plástico alcanzando a
El Fraccionamiento Ex Hacienda La Perla se formó hace casi 11 años y siempre han tenido problemas con el abasto de agua.
juntar 50 pesos, los que le sirven para comprar una sopa de pasta, chiles y tomate. “No nos alcanza para más, todo está muy caro”. Victoria se enlistó como adulto mayor y discapacitada, pero ella no tuvo la suerte de recibir un apoyo federal.
Su vecina, la señora María Teresa Soto Carreón también lamentó lo que hoy viven. Ella juntaba plásticos y trabajaba en casa. “Con la epidemia me descansaron y me vine a disque descansar, pero mis hijos que trabajaban en la obra también se quedaron sin jale y estamos batallando para comer”. Todos los días tiene que levantarse a las 4 de la mañana para juntar agua, porque desde que llegó a vivir ahí han te
nido problemas con el agua. A esa situación le suman que no pasa la basura y la tienen que incinerar para que no se vaya a formar un poco de infección.
Guadalupe Alemán Rodela lamenta lo mismo, “nunca habíamos vivido esto. Está muy fea la situación, a los hombres los despidieron y por más que uno trata de hacer rendir el poco dinero no nos alcanza. Yo no uso gas, todo lo hago en este horno de leña, pero no me alcanza”.
Sarahí Valeria Hernández comenta, “A mi niña a veces no le doy leche. Tengo que hervir hojas para que no se quede sin comer. Nos dicen que no salgamos, pero qué vamos hacer si no tenemos para comer. Mi esposo junta fierro y plástico en un triciclo, pero nos alcanza para comprar muy poco”.