No exagero
al decir, que las insólitas declaraciones del Presidente el pasado 11 de junio, en torno a las clases medias, lo acompañarán durante toda su gestión y más allá de ella; incluso, serán la sepultura a sus aspiraciones de pasar a la historia como un héroe recordado en estatuas y libros de texto.
López Obrador se refirió a las clases medias de una forma totalmente despreciativa. Sus palabras fueron: “Un integrante de clase media media, media alta, incluso con licenciatura, con maestría, con doctorado pues está muy difícil de convencer, es el lector del Reforma, ese es para decirle siga usted su camino, va usted muy bien, porque es una actitud aspiracionista, es triunfar a toda costa, salir adelante, muy egoísta, ¡ah, eso si! van a la iglesia todos los domingos… Si tenía razón mi amigo finado Carlos Monsiváis… la verdadera doctrina de los conservadores es la hipocresía y ¿saben qué? también son clasistas!”
Al hablar de clases medias se puede decir que se hace referencia a aquellos individuos que muestran un nivel socio económico medio. Se trata de un sector social ubicado entre la clase baja y la clase alta, se podría definir a la clase media en términos del nivel educativo, del empleo o de la propiedad de bienes, aunque para efectos prácticos se puede entender a la clase media por sus niveles de ingreso. De acuerdo a parámetros internacionales los individuos con ingresos mensuales arriba de 7 mil mensuales y hasta 70 mil están en el rango de clase media.
La clase media puede proporcionar un impulso al crecimiento de distintas maneras al simple consumo; por ejemplo la clase media valora y exige una educación de alta calidad para sus hijos.
Promueve la cultura del ahorro y del trabajo; además hace a una sociedad menos proclive a extremos ideológicos, sirve para cohesionar la sociedad reduciendo las diferencias entre clases altas y bajas; ayuda a introducir reformas que favorecen el capital humano, gobernanza y aprecio al medio ambiente.
Es recomendable que AMLO estudie la
al mandatario, que en contra de lo que él piense, no son los pobres ni los desdichados los que inician las grandes revoluciones, son precisamente las clases medias sus precursoras y eso ha ocurrido en todos los países. En México no ha sido la excepción.
obra aristotélica, particularmente el libro La Política. Aristóteles hace una defensa decidida a la clase media; señala la importancia de tener una clase media fuerte y estable, que actúe como columna vertebral de la “Polis” cómo la mejor garantía de estabilidad, al evitar el predominio de los extremos, es decir las facciones de la sociedad caracterizadas por su riqueza y pobreza.
Convendría recordarle al mandatario, que en contra de lo que él piense, no son los pobres ni los desdichados los que inician las grandes revoluciones son precisamente las clases medias sus precursoras y eso ha ocurrido en todos los países. En México no ha sido la excepción.
Gran paradoja resulta el logotipo que utiliza el gobierno que encabeza López, está conformado por las imágenes de grandes héroes. Todos ellos encarnaron los valores de las clases medias de sus tiempos. Nuestros héroes fueron movidos por esa sed de superación intelectual, trabajo y aspiración de ser mejores. Ninguno fue conformista. Si hoy vivieran, serían fustigados por el predicador de las mañanas, acusados de aspiraciónistas.
Veamos si no: Miguel Hidalgo perteneció a una acomodada familia criolla, estudió en el Colegio de San Nicolás fue cate
Convendría recordarle