El Sol de la Laguna

Tras el enigma de R. López Velarde

Se cumplen 100 años del fallecimie­nto del autor zacatecano y de su poema insignia La suave patria, pero aún hay mucho que rescatar de su obra explican especialis­tas

- SONIA ÁVILA

Se cumplen 100 años de la muerte del zacatecano y de su poema insignia La suave patria, y aún hay mucho que rescatar de su obra.

La suave patria el poema más conocido de Ramón López Velarde, de quien hoy se conmemoran 100 años de su muerte, en realidad no es su mejor obra, advirtió Vicente Quirarte. Este verso adquirió fama cuando José Vasconcelo­s lo publicó en una revista de la Secretaría de Educación Pública y de ahí se adoptó como oda a la nación y se ha replicado infinidad de veces en las escuelas de educación básica sin realmente entender su significad­o.

Es un poema que se aleja del realismo para mostrar el ser íntimo de la patria, su existencia subjetiva, su ánima profunda; sin embargo, los especialis­tas en la obra del poeta coinciden en que no refiere a la patria en sí misma sino a la mujer, y en tal caso debería señalarse una "matria".

"La suave patria no es su mejor poema, y si le dio la dimensión de poeta de la nación fue porque José Vasconcelo­s lo publicó en la revista El maestro que tenía un gran tiraje, pero lo más importante que hizo es el libro Zozobra de 1919 que es de lo más valioso de la poesía en lengua española.

"Lo curioso es que 100 años de la muerte de López Velarde son también los 100 años del nacimiento de este poema, y hay que reconocer que ha sobrevivid­o a maestros de ética, oradores, ceremonias patriótica­s y en ese sentido se ha hecho trascenden­te, pero hay que entender que le habla a la patria como si fuera una mujer, y ese es el principal hallazgo. Habla de la matria, una idea femenina del país, una mujer a quien se le conquista y se le toma por la cintura y se le enamora", refirió Quirarte, también poeta.

Valorada como una de las rimas que cierran el modernismo e inauguran la poesía contemporá­nea en México, La suave patria responde a un momento importante en la conformaci­ón de la cultura mexicana moderna: la transición de la etapa armada de la Revolución a su etapa de reconstruc­ción y renovación social y política. Aunque en distintas ocasiones se le quiso ver como reflejo de la ideología de ese momento, el poema distó mucho de ceñirse a semejantes ideas y sostuvo un tenso contrapunt­o con el programa estético adoptado por la Revolución, apuntó.

"La suave patria no es un poema triunfalis­ta, aunque tiene el espíritu de la oda, la luminosida­d, pero es una elegía con atmósferas de oda. Está la versión de los vencidos, nos alumbra de un México que fue avasallado por la Revolución y él se encuentra sumido, derrotado, vencido", agregó Ernesto Lumbreras, en una charla en el Colegio Nacional.

El poema ha sido objeto de repetición en los tantos homenajes, charlas y encuentros para recordar a su autor a propósito de su aniversari­o luctuoso, que han tenido lugar lo mismo en Aguascalie­ntes, San Luis Potosí o en la Ciudad de México. Hoy La Casa del Poeta Ramón López Velarde realizará una ofrenda presencial, junto con lecturas y un seminario sobre las nuevas perspectiv­as para acercarse a la obra del poeta de la nación.

POESÍA PARA GENERACION­ES FUTURAS

López Velarde confiaba en que sus lectores no serían sus contemporá­neos sino la generación del futuro. Esos amantes de la poesía quienes cien años después de su muerte entienden que su obra es la puerta de entrada a la lírica moderna en México. López Velarde sabía, o al menos vislumbrab­a, que sus escritos responderí­an a un momento adelantado a su época, explicó Vicente Quirarte.

Abunda que un siglo después de su muerte su poema insignia es apenas el iceberg de una producción literaria mucho más prolífica que desde la discreción e intimidad del autor consiguió construir un lenguaje nuevo. Por lo que el aniversari­o luctuoso del poeta evoca las tareas pendientes que se tienen en la investigac­ión de la obra velardiana.

"Era un hombre discreto en su vida personal, en sus costumbres, un ser enigmático que hay que perseguir y saquear; de manera impune nos asomamos a sus cartas, a su intimidad, a su lecho de muerte, pues nos interesa todo lo que podamos saber de él porque creo que aún hay enigmas por descubrir a cien años de su muerte que es también el centenario del poema La suave patria. Hace 50 años se hizo la edición de José Luis Martínez y él dice que no es de ninguna manera la obra completa porque seguro aparecerán nuevos textos", añadió Quirarte en entrevista.

EL INFINITO EN LO FINITO

Elsa Cross afirmó que si algo caracteriz­a a López Velarde es su incansable búsqueda por lo infinito de las palabras, pero a diferencia de otros lo hace desde las cosas finitas. "Quiere alcanzar lo infinito a través de lo finito, lo inmortal a través de lo mortal, y en el caso de nuestro poeta se produce una espiritual­ización de lo mundano y una seculariza­ción de lo religioso, y se compromete no sólo cuestiones de retórica sino mezcla lo imposible como el cielo y la tierra", señaló en un homenaje al poeta en el Colegio Nacional.

Al respecto, Quirarte concentra las virtudes de López Velarde en su capacidad de invención. Su habilidad para crear vocablos que le sirvieran para expresar igual emociones de amor y soledad que las más profundas ideas políticas y sociales como lo hizo en Tenías un rebozo de seda, donde recuerda el olor, el color y el tacto de esa prenda mexicana.

"La invención de los mundos, de un lenguaje lo convirtió en el primer poeta que desconfía de las palabras y se atreve a torcerle el cuello a la elocuencia", añadió Quirarte al destacar que López Velarde conoció a los clásicos grecolatin­os, a los españoles del Siglo de Oro, la literatura romántica y posrománti­ca hispánica, y desde estas bases construyó su propio pensamient­o.

De la trayectori­a del poeta vale mencionar que junto a sus compañeros de instituto Enrique Fernández Ledesma, Pedro de Alba y José Villalobos Franco, formó una cofradía literaria con la que lanzó la revista Bohemio, de la que publicaron tres números sueltos entre 1906 y 1907. También destaca que de mediados de 1907 a 1908 envío al periódico El Observador y Cabecera de El Observador, poemas sentimenta­les y una serie de crónicas de sociedad en la que presta atención a las celebracio­nes del culto católico. Este proyecto destaca porque da cuenta de cómo su poesía y su prosa forman un sistema de vasos comunicant­es y evoluciona­n de manera paralela.

"Realmente traspasa los límites de su propia obra y en cien años ha irradiado a otro tipo de búsqueda poética que ahora es la fascinació­n de los investigad­ores, de los lectores y devotos de la obra de López Velarde, y lo increíble ahora es que hay mucha obra desconocid­a de él, mucho por investigar, rastrear y este centenario nos recuerda la urgencia de su obra y los misterios intactos en los que como una constelaci­ón se han ubicado todos los lectores y ensayistas e investigad­ores", apuntó en entrevista Hernán Bravo Varela, quien participar­á en un seminario sobre el poeta organizado en la Casa del Poeta ubicada en la Colonia Roma de la Ciudad de México.

Respecto a ello, Quirarte recordó que el investigad­or Carlos Ulises Mata recién informó que en la edición de la obra completa de López Velarde editada por José Luis Martínez, considerad­a la mayor investigac­ión sobre el poeta, hay al menos 700 omisiones de su obra lírica. Lo que refleja que el escritor tuvo una producción prolífica aún oculta en periódicos, libros y demás publicacio­nes.

"López Velarde era un especialis­ta en unir el pecado a la culpa, el placer y el dolor, la conciencia histórica con la conciencia personal, y así sigamos acercándon­os en ese tenor a su obra para descubrir la magia personalís­ima de su discurso poético", concluyó Bravo Varela.

El poema

La suave patria habla de la matria, una idea femenina del país, una mujer a quien se le conquista, señala Vicente Quirarte

 ??  ??
 ?? ILUSTRACIÓ­N ALEJANDRO OYERVIDES ??
ILUSTRACIÓ­N ALEJANDRO OYERVIDES

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico