La élite peruana entra en pánico por Castillo
En la capital peruana, el temor se está extendiendo entre la pequeña, pero poderosa élite urbana de Lima por la posible victoria electoral de un maestro socialista poco conocido.
Judicial analiza hoy el pedido de prisión preventiva contra la candidata presidencial derechista izquierdistas autoritarios como el venezolano Hugo Chávez. Ha incorporado a asesores moderados, muestra un mensaje a favor del mercado y ha negado que planee nacionalizar o expropiar los ahorros.
Sin embargo, muchos en las zonas ricas de Lima, que votaron por Fujimori, todavía están temerosos.
“Todas mis amigas y amigos han sacado su plata al extranjero. No conozco nadie que no haya sacado”, dijo una abogada de Lima que forma parte de las juntas directivas de varias corporaciones y que también retiró sus fondos.
“Yo no tendría plata en Perú, ni un centavo”, agregó la abogada.
El sol peruano ha caído 8 por ciento desde que Castillo ganó sorpresivamente la primera vuelta el 11 de abril, mientras que el índice selectivo de acciones peruanas ha perdido 9 por ciento durante el mismo periodo. Los bancos y las mineras han sido los sectores más golpeados.
El miedo colectivo parece real, justificado o no. Algunas familias están dividiendo sus propiedades o poniéndolas en fideicomiso, dijo la abogada. Incluso en algunos casos retiran dinero en maletines para guardarlo en casa.
Los bancos han estado importando billetes físicos de dólares estadounidenses para atender la demanda, según dos fuentes con conocimiento del tema.
“Es una histeria”, dijo Ramiro Llona, un destacado artista que ha criticado a Fujimori, hija del detenido expresidente Alberto Fujimori. Llona dijo que el miedo y el sesgo están detrás del rechazo a Castillo, un hijo de campesinos del norte rural.
“Hay un componente de racismo que está como una especie de subtexto a ese temor”, agregó Llona. “Miedo de que una persona del Ande vaya a ganar”.
Mientras 88 por ciento de los residentes de San Isidro, el barrio más rico de la capital, votó por Fujimori, en la región andina más pobre de Perú, Huancavelica, 85 por ciento apoyó a Castillo.
El respaldo a Fujimori tiene sus raíces en dos traumas históricos: la reforma agraria y sus expropiaciones de tierra en la década de 1960 e hiperinflación en la década de 1980, ambas bajo liderazgos de gobiernos de izquierda.
“Las fortunas antiguas son las que más se mueren de miedo”, dijo un consultor que trabaja en grandes empresas en Perú.
En este contexto, la justicia evalúa un pedido fiscal para ordenar nuevamente prisión preventiva contra Keiko Fujimori por infringir la prohibición de reunirse con testigos del caso Odebrecht, mientras Perú espera que el Tribunal electoral resuelva impugnaciones y declare vencedor.
Y la tensión crece en las calles del país donde miles de partidarios de ambos los aspirantes marcharon el sábado para defender sus votos.