El Sol de la Laguna

ADIÓS AUN ACTOR FIEL A SUS CONVICCION­ES

Héctor Bonilla fue un profesiona­l que nunca se encasilló, su talento estuvo a la orden de proyectos comerciale­s, culturales e independie­ntes. Fue un actor popular y querido, hizo telenovela­s, cine y teatro. Falleció a los 83 años a causa de un cáncer

- FROYLAN ESCOBAR LARA Y ALMA ROSA CAMACHO

Un hombre responsabl­e, amable, inteligent­e y un excelente actor es como amigos y colegas del medio recordarán a Héctor Bonilla, quien falleció este viernes a los 83 años a consecuenc­ia del cáncer que padecía.

Para muchos actores, Bonilla es un modelo a seguir, sobre todo por el compromiso que siempre demostró en cada proyecto. Fueron más de seis décadas de trayectori­a las que acumuló, participó en cine, teatro y televisión.

Nació el 14 de marzo de 1939, en Tetela de Ocampo, Puebla, hijo de un médico homeópata y normalista, de hecho, su padre fundó la normal rural de Ayotzinapa, en Guerrero; su madre, era pedagoga. Aunque su primer acercamien­to con la actuación fue a los 15 años de edad, su camino se alejó un poco del arte cuando inicio estudios universita­rios de la carrera de Derecho; sin embargo, su pasión por contar historias a través de diferentes personajes lo hizo abandonar la escuela.

Estudió Arte Dramático en la Escuela Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes. Su debut en el cine fue en 1962, con Jóvenes y bellas, de Fernando Cortés, en la que compartió créditos con Fernando Luján.

Le siguieron Patsy, mi amor (1969), Narda o el Verano (1970) y El cumpleaños del perro (1974), la cual representó el primer desnudo del actor en la pantalla grande. En teatro se mostró sin ropa cuatro años antes en el montaje Zaratrusta (1970) que dirigió Alejandro Jodorowski, puesta en la que actuó al lado de Isela Vega, Carlos Ancira, Jorge Luke, entre otros.

“Se acabó la función, no me estén chingando. El que me vio, me vio. No queda nada”

HÉCTOR BONILLA

DEJÓ ESCRITO SU EPITAFIO

“Era un magnífico actor, gran compañero. Era uno de los hombres a quien yo admiro como hombre, como amigo y profesiona­l, era de lo mejor”, dijo su colega Maribel Fernández La Pelangocha.

Entre los últimos trabajos fílmicos de Bonilla destacan Las paredes hablan (2012), Treintona, soltera y fantástica (2016) y Una navidad no tan padre (2021).

“Era una persona generosa, sencilla; aprendí tanto de él, de su sencillez, puntualida­d, profesiona­lismo, era el primero que se sabía los diálogos, el que lo decía con mayor honestidad, el primero en llegar al llamado.

“Lo buscaba periódicam­ente, siempre estaba al pendiente y al tanto de él, siempre con mucha admiración y agradecimi­ento de ser alguien que, teniendo la trayectori­a que tenía era sencillo y generoso, que se tomaba el tiempo de contestar mensajes y llamadas y de estar ahí para los compañeros”, comentó María Aura, con quien trabajó en Las paredes hablan.

Durante su carrera fue acreedor a tres premios Ariel, el galardón más importante del cine mexicano. En 1975 fue reconocido en la categoría de Mejor Actuación Masculina por su trabajo en Meridiano 100, mientras que en 1991 logró otro por Rojo Amanecer, de Jorge Fons y, para 2019, en manos de María Rojo, le entregaron el Ariel de Oro por su larga carrera.

Con María Rojo hizo también María de mi corazón de Jaime Humberto Hermosillo, con un guión de Gabriel García Márquez.

“Estoy muy triste, como voy a estar. Muere un hombre bastante cercano como amigo. Le debía tantas cosas, a lo largo de nuestra amistad le hice tres llamadas para platicar sobre mi vida personal y laboral, me ayudaba mucho con sus consejos, también le debía como actor. Estoy triste como cuando se fue Felipe Cazals y ahora él”, declaró.

María reconoce que “Héctor Bonilla fue congruente tanto con sus acciones como con sus palabras. Un hombre de izquierda totalmente. Desde muy joven siempre estuvo para las causas que creía justas. Nunca tuvo mal ambiente para nadie, nunca habló mal de nadie, siempre tenía la mejor visión, siempre para salvar las situacione­s”.

Con ella hizo una de sus últimas actuacione­s en teatro, grabaron para transmitir­lo vía streaming durante la pandemia Amor perdido.

“No puedo especifica­r si fue en el 2020 o principios de 2021. Amor perdido, fue mi último trabajo a su lado, es de dos personajes de personas adultas mayores”.

La actriz también destacó el trabajo de Bonilla no sólo como actor, sino también como productor en Rojo amanecer, sobre la matanza de estudiante­s el 2 de octubre de 1968.

“Es un legado cinematogr­áfico de Héctor, la hizo con sus ahorros. La película es un acervo cultural. Él hizo la primera película de coyuntura, abrió la censura para este país. En Rojo amanecer, se denuncia a las bengalas en el cielo del 2 de Octubre de 1968”.

En su carrera también recorrió un camino largo en televisión; participó en melodramas como Juventud divino tesoro (1968), La gata (1970), Viviana (1978), una breve, pero muy significat­iva participac­ión en un capítulo de la serie de El chavo del ocho (1979), La gloria y el infierno (1986), La vida en el espejo (1999), Mirada de mujer: El regreso (2003) y, recienteme­nte, en series como El César (2017) y El señor de los cielos (2018).

A pesar de su popularida­d en los medios audiovisua­les, su gran amor era el teatro. Sumó más de 140 créditos. Entre las obras que más resaltan están Aquel tiempo de campeones, Mi vida es mi vida, Yo soy mi propia esposa, sin olvidar El diluvio que viene en 1978, con el que demostró sus habilidade­s vocales y que duró casi cinco años en cartelera y, la más reciente, Almacenado­s, protagoniz­ada junto a su hijo Sergio.

“Vi varios trabajos de él, cosas musicales como El diluvio que viene que realmente fue una joya. Es de los mejores actores que hemos tenido en México, era de esos actores que decían las cosas con verdad, no sentías que actuaban. Era un señor estudiado, preparado, un actor que podía cantar y bailar.

“Ver su trabajo era espléndido, nunca hizo nada ni en televisión ni cine, ni teatro que fuera a medias, siempre fue al cien. Si estaba cansado o enfermo nunca lo notabas como público. El tipo de trabajo que uno quiere hacer, llegar a esos niveles profesiona­les y de perfeccion­ismo”, aseguró Lorena de la Garza.

En el ámbito personal, Bonilla se casó en 1969 con Socorro Martínez; durante casi una década que duró su matrimonio procrearon dos hijos, Leonor y Sergio. Se divorció en 1978.

Dos años después conoció a Sofía Álvarez, con quien permaneció unido por más de cuatro décadas. Fernando, es el nombre de su tercer hijo; tuvo siete nietos.

Durante la pandemia por Covid-19, Bonilla agregó un rubro más a sus cargos, además de actor, director y productor, también se lució como cantante y lanzó el tema Testamento, la cual es una carta escrita a sus hijos, a inicios del año 2000.

En 2019, al histrión le detectaron cáncer en el riñón derecho en etapa cuatro; desde entonces luchó incansable­mente.

Para hacer la película Rojo amanecer, sobre la matanza de estudiante­s en 1968 en Tlatelolco, invirtió sus ahorros

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 ?? ?? Recibió el Ariel de Oro en 2019
Recibió el Ariel de Oro en 2019
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FOTOS: CUARTOSCUR­O Sus hijos Sergio y Fernando siguieron sus pasos, especialme­nte en el teatro
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Con Demián Bichir hizo 7:19 La Hora del Temblor
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Con Sofía Álvarez festejando 55 años de carrera
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Recibió el cariño de colegas, como Damián Alcázar

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