Decires y desdecires
Un hecho
concreto es que el canciller Marcelo Ebrard encabezó la delegación mexicana que negoció con representantes estadounidenses, liderados por el vicepresidente Mike Pence, sobre migración y aranceles; lo que sin duda implicó abarcar un amplio espectro de asuntos políticos y administrativos.
Por su parte el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, señaló viernes pasado que no es conveniente que el canciller Marcelo Ebrard asuma todas las funciones en las negociaciones con Estados Unidos en materia de migración, cuestión que corresponde a la Secretaría de Gobernación. Señalamiento muy claro y que destaca la importancia de que en momentos tan delicados para México se maneje la política exterior a semejanza de un juego de ajedrez, con la más fina precisión y calculando debidamente los movimientos de las piezas necesarias; siempre con apego a la Constitución, a las leyes y a los tratados internacionales firmados por México.
Durante la comparecencia de los secretarios Marcelo Ebrard y de la titular de la Secretaría de Economía, Graciela Márquez, ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, Muñoz Ledo sostuvo también que el abuso de funciones, aunque destacó que este no es el caso, puede hacer nulas las decisiones tomadas; abundando con posterioridad en su dicho al afirmar que la cancillería ha tomado las atribuciones de la Secretaría de Gobernación al dar órdenes al comisariado de migración. Hasta aquí, y para ser franco en los términos de la información difundida, yo veo de nueva cuenta una evidente contradicción.
Ahora bien, por una parte el legislador hizo un llamado a los secretarios Ebrard y Márquez Colín para que aclaren si existe o no un pacto secreto, ya que el presidente Trump ha señalado que México no ha revelado todo el contenido del acuerdo; afirmando enfático: "¿Hay o no otro pacto? Estados Unidos dice que sí y que además van a revelar poco a poco las cosas que hablaron con los mexicanos, como si fueran secretas y altamente pecaminosas". Y advertiría en su momento: “Violamos la ley interna para satisfacer una demanda de Estados Unidos”. Y nos recordó que esa ley le otorga a la Secretaría de Gobernación la facultad de formular y dirigir la política migratoria, así como vigilar las
No hay que olvidar que Trump juega sucio, muy sucio, y México tiene en el contexto internacional de naciones el arma de la ley apegada al Estado de Derecho.
Los caprichos de aquél, su volubilidad, su necedad sustentada en la fuerza y no en la razón, nos deben comprometer a razonar con base en el Derecho, en la legalidad y con el cuidado extremo que haga nuestros pasos justos y apegados a la Justicia.
fronteras del país y los puntos de entrada al mismo por tierra, mar y aire; garantizando la libertad de tránsito. No conviene, le precisó al canciller Ebrard, que él asuma todas las funciones porque perdemos margen de maniobra". Es cierto, pasando por alto la contradicción señalada.
En suma, yo sostengo que sí viene al caso analizar con lupa lo de la extralimitación de funciones en virtud de que la ley es contundente. No hay que olvidar que Trump juega sucio, muy sucio, y México tiene en el contexto internacional de naciones el arma de la ley apegada al Estado de Derecho. Los caprichos de aquél, su volubilidad, su necedad sustentada en la fuerza y no en la razón, nos deben comprometer a razonar con base en el Derecho, en la legalidad y con el cuidado extremo que haga nuestros pasos justos y por ende apegados a la Justicia. El ser hipotéticamente un “tercer país seguro” no lo va a decidir Trump. El senador Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta, lo ha aclarado perfectamente: “La Cámara Alta no aprobará esta medida pues ello debe ser una categoría jurídica del Derecho Internacional, y no una decisión a voluntad de una persona”.