Estados de la Unión, actores clave en elección presidencial
Poca atención despierta la actuación de los gobiernos locales y municipales en la elección presidencial de Estados Unidos, a pesar de ser los auténticos organizadores y tomadores de decisiones cruciales para que la voluntad popular sea manifestada y respetada.
A diferencia del sistema electoral mexicano, que cuenta con órganos permanentes de servidores públicos electorales encargados de organizar, realizar y calificar elecciones federales, estatales y municipales, en la Unión Americana esta responsabilidad se encuentra diseminada en cuerpos gubernamentales locales, de los condados e incluso partidistas no especializados que de manera transitoria y fragmentada asumen funciones electorales.
En el mayor número de los casos son los ayuntamientos los encargados de levantar el registro de electores previo a la jornada electoral.
Por su parte, la instancia local decide si la votación es manual, electrónica, con lector óptico, electrónica o por correo; si se permite el voto adelantado y en ausencia y si la boleta electoral es traducida a otros idiomas. Se trata de una autonomía cuyo ejercicio implica un costo económico que es absorbido en su totalidad por estados y condados.
En consecuencia, la falta de presupuesto federal para las elecciones ha provocado que la mayoría de las entidades no invierta lo necesario en infraestructura electoral y se generen serios atrasos en la modernización de los sistemas, los cuales llegan a ser obsoletos y propensos a ciberataques.
Para la operación técnica y logística de las elecciones, en la mayoría de los estados (36) el gobernador y el legislativo eligen un secretario y director electoral. En otros se conforma un Consejo Estatal de Elecciones (State Board of Elections)nombrado también por el gobernador con la aprobación del legislativo para asegurar la presencia bipartidista.
Además de la elecciónde los electores cuya única función es elegir al próximo presidente y vicepresidente de los Estados Unidos, la ciudadanía de aquel país recibirá papeletas para elegir diputados, 11 gobernadores, un tercio de senadores y autoridades del condado, así como para manifestarse en referéndums como la regulación del cannabis y prohibición de vacunas por temas religiosos.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert O´brien, ha señalado que Rusia, China e Irán podrían intentar cometer ciberataques en contra de la infraestructura electoral estadounidense. Sin embargo, esas declaraciones solo sirvieron para que el Congreso destinara 400 millones de dólares para apoyar a las entidades en equipamiento electoral.
Así las cosas, pareciera que los piratas cibernéticos tienen pocos obstáculos para intentar inmiscuirse en asuntos electorales de Estados Unidos, mientras que los estados de la Unión debieran fortalecer su andamiaje electoral destinando recursos suficientes.
Pareciera que por lo menos en lo electoral, México puede dar lecciones a sus vecinos del Norte. sí
BERTHA BECERRA/EL Sol de México
CDMX. En un mundo donde predominan la desinformación y las fake news, y donde el que tiene más voz en los medios determina los resultados electorales, los “grupos silenciosos” tienen la última palabra en los comicios presidenciales en Estados Unidos, afirma Guadalupe Correa-cabrera, profesora asociada de la Schar School de Política y Gobierno, de la Universidad George Mason, en Arlington, Virginia.
La académica consideró que es uno de los procesos electorales más importantes en la vida de Estados Unidos, pero con una sociedad polarizada y gran fragmentación, que se agudizó en mayo pasado con el asesinato de un ciudadano afroamericano a manos de la policía.
“Surgió un movimiento nacional que envuelve a varias razas: Black Lives Matter. Nació en un momento crucial para la política de EU, pues moviliza una parte de la sociedad que está más vinculada al Partido Demócrata”, dijo Correa-cabrera, al señalar que los afroamericanos, sobre todo en los últimos años, han votado por los demócratas.
“Tenemos movimientos sociales y una cultura 'online' que enfrenta a la sociedad: la extrema derecha y la extrema izquierda. Lo que pasó en Portland se extendió a diferentes ciudades estadounidenses”, afirmó la doctora, y este desencanto y movilizaciones “empiezan a generar una situación de afectación a varios grupos de Estados Unidos”.
Para Correa-cabrera, estas voces de desencanto con el sistema podrían favorecer a los demócratas debido al miedo al supremacismo blanco que representa Donald Trump, “pero no es una prueba ganada todavía”.
“Los dos partidos van a tener problemas para poder gobernar un país tan dividido”, consideró la académica durante su participación en el Seminario virtual Internacional “Elecciones en Estados Unidos y las Fronteras con México”, organizado por El Colegio de la Frontera Norte (Colef) y el Colectivo de Análisis de la Seguridad en Democracia (Casede).
Ante ello, llamó a no perder de vista a la “mayoría silenciosa”, los grupos más conservadores que, ante los disturbios,
YOUTUBE PROHIBIÓ
las teorías conspiratorias que hayan sido usadas para justificar la violencia en el mundo real, como por ejemplo las de Qanon
se identifican con la proclama de “Ley y Orden” de Donald Trump.
Y esta mayoría silenciosa, “que medios y analistas ya mencionan, es importante porque las movilizaciones, lejos de afectar al partido en el poder, al presidente Donald Trump, quizás lo fortalezcan”, advirtió.
“Hay que ver los tuits de Trump. En los últimos meses, más de un par de veces a la semana habla de Ley y Orden”, y ha generado apoyo en redes.
Por eso, la académica indicó que se requieren estudios más sistemáticos sobre las mayorías silenciosas, que podrían inclinarse por “mejor malo por conocido que bueno por conocer”.
En Estados Uni- dos la organización de las elecciones se encuentra diseminada en cuerpos gubernamentales locales, de los condados e incluso partidistas no especializados que de manera transitoria y fragmentada asumen funciones electorales