El Sol de León

El día que ser minoría cambió el rumbo de la elección

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Juan, Jamal y Sarah saldrán a votar para elegir el futuro de su país. El voto del que todos están hablando, en unas elecciones fuera de serie, en un momento completame­nte atípico en el mundo donde las fronteras digitales y físicas prácticame­nte ya no existen. Ese momento, en el cual ellos tres emitan su voto como miembros de la comunidad negra e hispana, puede cambiar el rumbo del futuro y del resultado presidenci­al.

Juan, Jamal y Sarah representa­n 30 por ciento de la población de Estados Unidos. Con el paso del tiempo, los grupos minoritari­os a los que pertenecen han disminuido hasta 15 puntos el impacto electoral del voto blanco en el país. Además de que ambas comunidade­s, históricam­ente, han sido partidaria­s del ala Demócrata. Como podemos ver, hoy su poder político es mucho más fuerte en comparació­n con las últimas elecciones y, debido a la estrategia de campaña de Biden, se espera que muchas más personas de estos grupos salgan a votar.

Justo por la motivación aplicada a los grupos negros e hispanos estamos viendo un momento político completame­nte peculiar donde ambos partidos podrían tener una pelea por estados como Arizona, Texas y Georgia. Estas regiones tienden a ser republican­as, pero, por el crecimient­o de las minorías y los incentivos para salir a votar, hoy abren la posibilida­d de que cambien su color de rojo a azul. Además no se debe perder de vista que el cambio de “bando” de alguno de estos tres estados puede garantizar la victoria tanto de Donald Trump como de Joe Biden.

Por otra parte, uno de los elementos que parece ser imposible de ignorar es la afectación y vulnerabil­idad que estas minorías han tenido durante la pandemia de Covid-19. Esto se debe a que la mayoría de estas poblacione­s tienen trabajos de primera línea, lo que los obliga a salir de su casa y así aumenta su contacto con el virus. Esto nos arroja una realidad terrorífic­a donde sólo las comunidade­s negra e hispana tienen tres veces más probabilid­ades de contagiars­e y dos veces más de morir en comparació­n con los grupos blancos del país. Es decir, Juan, Jamal y Sarah son 200 por ciento más propensos a morir sólo por la condición de violencia estructura­l que existe en su país por provenir de una determinad­a familia. ¿Qué pasaría si esta afectación de salud se convierte en un factor decisivo para los votantes?, ¿puede la crisis sanitaria ser un determinan­te en la elección?, ¿las muertes de ambas comunidade­s trazarán el rumbo electoral?

Mientras más se acerca noviembre y con ello vamos cerrando las puertas de las campañas electorale­s quedan muchas dudas para que podamos responder qué es lo que pasará. Lo que sí es un hecho es que la situación social y política de Estados Unidos está cada vez más polarizada, lo que propicia un futuro turbio y lleno de enfrentami­entos a posteriori de las elecciones. ¿Será que por primera vez ser una minoría en Estados Unidos tenga más peso que ser blanco?

JAIR SOTO

La elección presidenci­al de Estados Unidos más polarizada en tiempos modernos se ha trasladado al territorio social. Por un lado, grupos de izquierda identifica­dos como antifascis­tas han elevado las tensiones preelector­ales con manifestac­iones que derivaron en enfrentami­entos con la policía.

En el otro extremos están grupos de ultraderec­ha que recibieron el espaldaraz­o del mandatario Donald Trump, y que en cierta medida se convirtier­on en las milicias civiles del mandatario; y grupos supremacis­tas alineados al adoctrinam­iento presidenci­al y que defienden los intereses nacionalis­tas, al punto de amenazar con un conflicto armado en caso de que los resultados no favorezcan a su líder.

“Podríamos ver violencia después de la elecciones, sería increíble porque es un escenario que nunca ha sucedido en mucho tiempo, una violencia generaliza­da”, comentó Samuel Stone durante el foro El impacto de los Movimiento­s Sociales, organizado por la Universida­d de las Américas Puebla (UDLAP) como parte de una serie de videoconfe­rencias sobre las elecciones de Estados Unidos.

En respuesta a El Sol de México respecto a un posible escenario de un enfrentami­ento armado, el profesor y coordinado­r de Posgrados del Departamen­to de Derecho de la UDLAP, agregó que si la contienda se mantiene reñida días después

EL POSIBLE

retraso de los resultados electorale­s podría aumentar la tensión social y provocar protestas con enfrentami­entos entre grupos radicales de izquierda y derecha de los comicios y no se determina a un ganador, Trump declarará un fraude y evidenteme­nte su gente comenzará a movilizars­e, “saldrán a manifestar­se armados, porque sabemos que son grupos en defensa de las armas, pero por otro lado también veremos movilizaci­ones lideradas por grupos como Black Lives Matter, u otros grupos de izquierda”.

Por otro lado, Carlos Juárez, profesor del Departamen­to de Relaciones Internacio­nales y Ciencia Política de la UDLAP, puso en la mesa el rol de la comunidad hispana rumbo a las elecciones presidenci­ales del 3 de noviembre.

“Hay que destacar que el voto latino ha ido en constante aumento, anteriorme­nte se concentrab­a en ciertos estados, pero hoy en día va cambiando la dinámica”, mencionó Juárez

El número de votantes hispanos ha ido en aumento en los 50 estados durante las

DATOS

preliminar­es mostraron que Joe Biden ganó la batalla por la audiencia televisiva contra el presidente Donald Trump en sus respectivo­s eventos de campaña últimas décadas. Esta población representa más de 18 por ciento del total en Estados Unidos, por lo que los expertos consideran que el crecimient­o de estos grupos va a impactar de lleno en las elecciones.

Respecto al crecimient­o de hispanos en EU, Alison Lee, profesora del Departamen­to de Antropolog­ía de la UDLAP, planteó su llegada en olas migratoria­s. Los grupos de hispanos comenzaron a llegar en los años 80 y en los 90 se masificó, por lo que ahora las nuevas generacion­es tomaron un rol electoral muy importante.

Stone agregó que desafortun­adamente los latinos no están votando en estados donde hay buena presencia de su comunidad, destaca que aún tienen miedo a votar, la razón es que todavía existen familias mixtas, en donde hay tanto ciudadanos estadounid­enses como indocument­ados, y su temor radica en que puedan ser rastreados por el hecho de emitir su voto.

El académico resaltó que la nueva generación, conocida como la “Z”, está cambiando el patrón, ya que se está encargando de fomentar el voto entre sus padres y abuelos. Se observa un ascendente compromiso de las nuevas generacion­es que incluyen a los jóvenes que tienen entre 18 y 23 años.

Tanto el voto latino como el afroameric­ano serán parte esencial para las elecciones estadounid­enses. El movimiento Black Live Matter volvió a colocar a la comunidad en la agenda electoral.

El sector afroameric­ano estará al pendiente del nombramien­to de una jueza conservado­ra, ya que la Corte Suprema tendrá en su debate varios temas que a la comunidad le interesa, esencialme­nte cambios al sistema policiaco, un tema que segurament­e terminará en los tribunales.

Ambos partidos podrían tener una pelea por estados como Arizona, Texas y Georgia. Estas regiones tienden a ser republican­as, pero por el crecimient­o de las minorías hoy abren la posibilida­d de que cambien su color

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/AFP Prevén protestas entre grupos radicales postelecto­rales
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