Al parecer,
en el Grand Old Party, «Gran Partido Viejo», como se les conoce a los republicanos, se quedaron vestidos y alborotados. Se esperaba que el nueve de noviembre las portadas de los principales diarios en el mundo confirmaran lo que se daba por un hecho: ¡Arrasaron las intermedias en Estados Unidos! Pero no fue así y las prensas se detuvieron súbitamente ante la lucha inesperada que dieron los demócratas.
En esta contienda hubo dos caras de la moneda: un Donald Trump fastidiado ante la mala jornada que tuvieron los candidatos a los que apoyó (y por lo que volvió a pregonar dudas sobre la limpieza del proceso electoral), y Joe Biden, con un segundo aire en su gesto, asegurando que “fue un buen día para la democracia”. Así las cosas en las elecciones intermedias de este 2022 y, aunque los resultados son sorpresivos para muchos, recordemos que en las batallas políticas nada sucede por casualidad.
¿Qué ocurrió este ocho de noviembre? ¿Cuál es la sorpresa que tanto ha llamado la atención? Arturo Sarukhán, embajador de Carrera del Servicio Exterior Mexicano, lo explica en su columna semanal. “Un presidente es elegido, intenta promulgar una o dos leyes importantes, confronta oposición partidista y pierde sus primeras elecciones intermedias. Bush (1990), Clinton (1994), Obama (2010) y Trump (2018) replican este patrón”. Esto quiere decir que Joe Biden es el gran ganador de las elecciones intermedias, ya que esta maldición de la que nos habla Sarukhán no cayó sobre su mandato. Tras estas votaciones, Biden tendrá la oportunidad de revertir los malos índices de popularidad que tiene y empujar políticas públicas que consoliden sus principales proyectos. ¿Lo logrará? Ese es otro cantar.
Ahora bien, existen más señales que nos dejan estas elecciones. Como lo dije en el artículo anterior, en estas votaciones todos ganamos o perdemos algo. Ya vimos que Joe Biden obtuvo un tanque de oxigeno para sobrevivir de la terapia intensiva en la que se encuentra su gobierno. Por su parte, sabemos que Donald Trump quiere aparecer en la boleta presidencial del 2024; no obstante, con la reelección del gobernador de Florida, Ron Desantis, su suerte puede cambiar. Algunos especialistas comentan que la victoria abrumadora de Desantis se debe a que fue menos excluyente que la narrativa de Trump. Esto pone en el escenario una posible contienda interna en el Grand Old Party para definir qué hombre representará a los republicanos en el 2024, y los pronósticos, desde ahora se los digo, son reservados.
Las elecciones intermedias de Estados Unidos no fueron el tsunami republicano que se esperaba, pero sí nos dejó en claro que la nación de las barras y las estrellas está más dividida que nunca. Y si esta polarización la aterrizamos a los intereses de México, podemos ver que los republicanos ganaron las gubernaturas de Florida y Texas, mientras que los demócratas se impusieron en Arizona en un cierre de película. Se trata de tres estados de gran relevancia en la agenda bilateral, sobre todo en temas migratorios. En este sentido, algunos líderes migrantes no ven alentadores estos resultados, al contrario, creen que se pueden recrudecer las acciones en contra de los migrantes. En cuanto a los latinos, podemos presumir que una guanajuatense levantó la mano. Elizabeth Velasco López, orgullosamente del municipio de San Francisco del Rincón, será congresista por el estado de Colorado. ¡La fuerza latina, mexicana y guanajuatense dijo presente!
Esta semana fuimos testigos de que nada está definido a la hora de votar. Hace cuatro años ganó en nuestro país la izquierda y hace dos años lo hizo en Estados Unidos. Hoy, la suerte vuelve a sonreír de manera general a los demócratas en la Unión Americana pero para nada se puede descartar a los republicanos, sino pregúntenle a Ron Desantis. En cuanto a México, el escenario político es muy incierto y con muchos claroscuros que no nos permiten ver la luz. Mientras desde la federación proponen darle una estocada final al Instituto Nacional Electoral (INE) buscando un control sin precedentes de la vida política mexicana, en respuesta se realizaron marchas simultaneas en al menos 53 ciudades del país para “defender la democracia” que tanta sangre le ha costado a México.
Como hemos visto, vivimos momentos clave en la política del vecino del norte y en la propia. Independientemente de nuestra ideología partidista y creencias, estamos parados en un polvorín de intenciones que nos puede explotar en las manos. Ahora mismo, en México está en juego algo mucho más importante que el poder de un gobierno, una cámara o un partido. Muchos líderes empresariales, políticos y sociales creen que está de por medio la democracia que, a final de cuentas, es el pilar más importante de todo país. Por mi parte, así como marché en Washington con mis hermanos demócratas y republicanos para pedirle a Barack Obama una reforma migratoria, este 13 de noviembre tomé mi sombrero y marché por las calles junto a miles de personas para defender la supervivencia del INE. No puedo ser ajeno, porque en nuestro estado sabemos ir siempre en la primera línea de las batallas. Aquí se gestó la Independencia de México y la lucha incansable por el bien común lo traemos en el ADN. Y eso, créanme, no es para nada una casualidad.
Y tú, ¿qué opinas de los resultados de las elecciones?