El desarrollo humano ¿Olvidado?
Los seres humanos poseemos
una estructura biológica que nos distingue de otras especies animales, condición que nos permite desarrollar procesos de pensamiento, afectivos y de conducta más complejos y superiores. El hombre, a diferencia de otras especies, que están determinadas por el instinto, posee una estructura neurológica más desarrollada, lo cual favorece su potencial, en dimensiones específicas de nuestra naturaleza.
Una de éstas dimensiones específicas, es nuestra vida psíquica, la cual tiene su origen en lo biológico, más, sin embargo, se regula en función de principios totalmente diferenciados de las leyes físico/químicas. Comprender nuestro psiquismo, es uno los misterios más complejos de la Investigación científica, lo cual explica la relevancia de su estudio en virtud de la interacción e interdependencia de nuestra biología y psiquismo, partiendo del postulado de la función dinámica e interactiva de nuestra composición: cuerpo, mente y espíritu.
La vida psíquica se compone por factores de relación, de vinculación del hombre con su mundo: estructura socioeconómica, la estructura del carácter social, así como por el sistema de pensamiento y acciones compartidas por el grupo al que se pertenece.
Nuestra conducta individual, no es ajena a los factores señalados, es decir, la conducta individual guarda una estrecha relación con el carácter social, de ahí la importancia de su análisis para estudio y mejor comprensión.
Difícilmente nuestro carácter individual puede apartarse de las orientaciones del carácter social, por el contrario, afirmaría que nuestro carácter individual consagra sus mejores esfuerzos para alcanzar los propósitos y metas establecidos por el grupo social. Así, por ejemplo, si el principal valor del grupo social es el éxito en función de la riqueza acumulada, a ello se consagrará la conducta del individuo para alcanzar con ello, el criterio de bienestar propuesto.
El niño, desde su más temprana edad, va incorporando el mapa u orientación de su carácter individual, congruente con el carácter social, lo cual dará sentido a su vida.
El mundo contemporáneo, ha privilegiado orientaciones de carácter que le conceden elevada importancia a valores materiales, por encima de los valores humanos, lo cual explica la descomposición social de la que de manera reiterada se hace referencia.
Para los educadores, es importante se estudien, analicen, los propósitos de la educación, definidos en los planes y programas de estudio. La tarea del educador, está caracterizada por una práctica axiológica, que estimula el desarrollo humano, lo cual nos permite resignificar su función pedagógica y no percibirlo como un enseñante, concepción hoy replanteada en el proceso de formación inicial de docentes, en donde se postula que el educador promueve el cultivo de las virtudes humanas, el desarrollo de lo humano, ideales marginados por una orientación ideológica que ha concedido mayor mérito a la competencia irracional entre unos y otros, lo cual aplaza, pospone, la experiencia de un bienestar físico y emocional difícil de alcanzar, motivados por lograr la superioridad el día de mañana, cuando se conquiste el logro anhelado, sin disfrutar el aquí y el ahora en un clima de calidad y calidez humana.
Conceder la mayor importancia al Desarrollo Humano desde la más temprana edad, en la escuela, la empresa, los gobiernos en sus diferentes niveles, es un propósito impostergable, más aún por las condiciones de violencia que amenazan nuestra sana convivencia
Comparto mi correo para continuar orientando a los interesados en el manejo de dicho problema de salud pública: fcozavalaramirez@gmail.com