Salud, derecho inaccesible para 4.6 millones de menores
La salud
es un derecho fundamental establecido en la Constitución mexicana. Sin embargo, este derecho se ha vuelto vez más inaccesible para las niñas y niños en nuestro país.
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De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), una persona tiene carencia por acceso a la salud si no cuenta con adscripción o afiliación a las instituciones públicas de seguridad social como el IMSS, ISSSTE, Pemex, Ejército o Marina, a servicios médicos privados, o bien, no se encuentra afiliado al Seguro Popular, o no reportó tener derecho a recibir los servicios que presta el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi.
De acuerdo con cifras del Coneval la carencia por acceso a la salud para toda la población pasó de 16.2 por ciento en 2018 a 39.1 por ciento en 2022.
Resulta preocupante que la falta de acceso a la salud se profundice aún más en la primera infancia, niñas y niños de 0 a 5 años de edad.
En 2018, según el Coneval, la carencia por acceso a la salud afectaba a 17 por ciento de las niñas y niños. Para 2020, esta cifra se había elevado a 30 por ciento, y en 2022, la situación fue aún más preocupante, con una carencia casi triplicada del 45 por ciento.
En otras palabras, en 2022, casi uno de cada dos niñas y niños mexicanos no tiene acceso a la salud durante su primera infancia, lo que plantea una seria amenaza para su bienestar y futuro.
La desigualdad en el acceso a la salud es evidente cuando observamos las disparidades entre los estados de México.
Los estados que más preocupan son Guerrero, Michoacán de Ocampo, Hidalgo, Oaxaca y Chiapas, donde más de 58 por ciento de los niños y niñas carecen de acceso a la atención médica adecuada.
Mientras tanto, en estados del norte como Baja California Sur, Coahuila de Zaragoza, Colima, Chihuahua y Nuevo León, los porcentajes son significativamente más bajos, pero aún no alcanzan los niveles óptimos.
Asimismo, resulta esencial profundizar y cuestionar lo que realmente implica tener acceso a la salud.
A pesar de que algunas personas consideran que tienen acceso, existen numerosas barreras que dificultan su implementación efectiva.
Los hospitales a menudo están distantes de los hogares rurales, el transporte es insuficiente y caro, la disponibilidad de personal médico calificado es limitada e incluso si las personas llegan al hospital, frecuentemente se enfrentan a la discriminación por condición social y étnica lo cual es una realidad preocupante.
Ante esta crítica situación, desde Early Institute consideramos es esencial tomar medidas urgentes y necesarias para abordar la problemática del acceso a la salud en México y particularmente para niñas y niños por su etapa de desarrollo crítico.
Se requiere una inversión significativa en la ampliación y mejora de los recursos materiales, incluyendo infraestructura, equipamiento y servicios de salud. Además, la capacitación del personal de salud de primer nivel es fundamental, especialmente en temas de acompañamiento familiar en salud, nutrición y desarrollo.
Para lograr una atención integral, es esencial establecer un sistema de salud gratuito para la niñez y contar con un sistema de información que permita un seguimiento efectivo. Se necesita dejar la noción de que la salud solo está asegurada para aquellos con empleo formal y en su lugar, debemos buscar la universalización de la salud para todas las niñas y niños.
Garantizar el acceso a la salud para todas las niñas y niños mexicanos debe ser prioritario. Por la crítica etapa de desarrollo en la que están, las niñas y niños de la primera infancia no pueden esperar más o estaremos comprometiendo su salud, bienestar y desarrollo en el corto y largo plazo.