Rellenos sanitarios, el pendiente ambiental
En Guanajuato, un problema acecha silenciosamente: la gestión inadecuada de los residuos sólidos. Aunque 44 de los 46 municipios cuentan con sitios de disposición final, la mayoría de estos rellenos sanitarios son obsoletos y no cumplen con las normativas necesarias para salvaguardar la calidad ambiental y la salud pública.
La reciente serie de incendios en basureros de distintos municipios, como Purísima del Rincón, Comonfort, y Villagrán, es solo la punta del iceberg de una problemática que urge ser abordada con seriedad y prontitud.
La situación no es exclusiva de un municipio, sino que se extiende por toda la entidad. En Purísima del Rincón, por ejemplo, el basurero, consumido por la expansión urbana, se ha convertido en un foco constante de contaminación para las comunidades circundantes. María Isabel Ortiz Mantilla, titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial en Guanajuato, ha señalado con acierto la necesidad imperiosa de cerrar estos espacios obsoletos y promover la creación de Centros de Disposición Final regionales que cumplan con estándares de calidad.
El compromiso de las autoridades locales es crucial en este proceso. Conversaciones con alcaldes, como Roberto García Urbano de Purísima del Rincón y Antonio Marún González de San Francisco del Rincón, demuestran una disposición real para abordar este problema. Sin embargo, la acción debe ser rápida y coordinada. El cierre de los rellenos sanitarios obsoletos debe ir de la mano con la apertura de nuevos centros de disposición final, preferiblemente regionales, que puedan gestionar de manera eficiente los desechos de múltiples municipios.
Es alentador ver que algunos municipios, como Juventino Rosas y Dolores Hidalgo, están avanzando en la implementación de proyectos que cumplen con las normativas ambientales. Estos ejemplos deben ser replicados y apoyados por el gobierno estatal. Los recursos provenientes de impuestos ecológicos deben dirigirse prioritariamente a la restauración y mejora de los centros de disposición final, así como a la implementación de programas de gestión integral de residuos.
Hay municipios, como Abasolo, que no cuentan con relleno sanitario y están yendo a tirar su basura a otros municipios. Huanímaro
les cerró la puerta y ahora tiran la basura en Pénjamo.
El programa de mejora continua impulsado por la Secretaría del Medio Ambiente es una herramienta valiosa en este proceso. La capacitación del personal municipal y la elaboración de planes de contingencia son pasos fundamentales para prevenir y controlar futuros incidentes como los incendios en los basureros. La colaboración entre municipios vecinos también es esencial en momentos de crisis, como lo demuestran los esfuerzos coordinados para sofocar los recientes incendios.
Es importante destacar que la infraestructura adecuada no garantiza una operación correcta. Es necesario un compromiso constante por parte de los municipios para depositar la basura de manera adecuada, gestionar los residuos de forma eficiente y garantizar la cobertura de los rellenos sanitarios.
En última instancia, la gestión adecuada de los residuos sólidos es un desafío que requiere la colaboración de todos los actores involucrados: autoridades locales, estatales y la sociedad en su conjunto. Es hora de dejar de lado la complacencia y tomar medidas concretas para proteger el ambiente.