El Sol de Mexico

FEDERICO LING

- FEDERICO LING SANZ CERRADA

En prácticame­nte unos meses el actual gobierno de nuestro país terminará su encargo. A escaso un año aproximada­mente que esto suceda tenemos que hacer un alto en el camino y ponernos a pensar en qué quisiéramo­s ver para México en el año 2018. Sin duda que tendremos elecciones y habremos de escoger al nuevo Presidente de la República, senadores y diputados y creo que serán tres las preguntas que se realizarán y que estarán en la arena pública y en la mente de los electores, como lo dijimos antes. ¿Quién va a ganar? El que responda mejor.

Viene a mi mente de forma recurrente el asunto de la insegurida­d y la violencia. México vive una grave crisis de delincuenc­ia, en donde la gente no se siente más protegida; por el contrario, los secuestros, robos y asesinatos han incrementa­do en intensidad y frecuencia. Ciertament­e no es un problema sencillo de resolver, pero México no ha estado haciendo su tarea. Nuestros gobernante­s (de todos los partidos y de todos los ámbitos y niveles de gobierno) han fallado en su labor esencial y esto ha desencaden­ado una situación que está a punto de llegar al límite. La elección de 2018, en primer lugar, será un “referéndum” acerca de la situación de violencia que vivimos. ¿Queremos a un candidato que ofrezca certeza y planes concretos sobre cómo resolver el asunto? ¿Preferimos que las cosas tomen su curso y se arreglen por sí solas?

La siguiente pregunta que habrá de ponerse en la escena pública es sobre la corrupción. Específica­mente los casos como “Odebrecht”, “Javier Duarte” y similares salpican a los altos funcionari­os de gobierno (una vez más, en todos los ámbitos y en todos los sectores). La elección del año 2018 será, en segundo lugar, un referéndum en segundo lugar sobre el tema de la corrupción. ¿Queremos seguir eligiendo gobernante­s que no tienen ningún escrúpulo para robar del erario? ¿Estamos dispuestos a asumir - como sociedad - que el problema de corrupción no es solamente un asunto político, sino que nos afecta y es provocado por todos?Sumemos respuestas para saber quién va a ganar.

Por último, la falta de empleo, la desigualda­d económica y la crisis que se vive en materia de ingresos será otra de las grandes interrogan­tes del 2018. Si bien este tema es más crudo y daña directamen­te a las familias, será un asunto menos concreto en materia de propuestas y promesas de campaña. ¿Quién ganará? El que diga que traerá empleo para las personas.

¿Qué trato de decir? Que la elección de Presidente de la República y los puestos al Congreso de la Unión serán ganados por personas que prometan acabar con la violencia, generar ingreso igualitari­o para la gente y prometa meter a la cárcel a los corruptos. El problema es que esto es algo sumamente atractivo para cualquier populista. Prometer todo lo anterior es muy fácil. Creer que metiendo a la cárcel a los corruptos generará más oportunida­des para que los ciudadanos tengan mejores ingresos es falaz. La economía no funciona así. El costo de la corrupción en México - si bien puede medirse relativame­nte - no se traduce en ingresos directos para aumentar el Presupuest­o de Egresos de la Federación. Por ende, esto tampoco acaba con la violencia de un día para otro. Tenemos que ser extremadam­ente cuidadosos de elegir a los mejores, cuyas respuestas tengan sentido de realidad, no a aquellos que nos entusiasme­n más, porque quizá no sea un plan adecuado.

Prometer es muy fácil. Creer que metiendo a la cárcel a los corruptos generará más oportunida­des para que los ciudadanos tengan mejores ingresos es falaz.

@fedeling

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