El Sol de Mexico

Ubican genes del suicidio

Es posible evitar casos en el Metro señala el experto Humberto Nicolini Sánchez

- POR GENOVEVA ORTIZ

El Instituto Nacional de Medicina Genómica dio a conocer una investigac­ión que permite identifica­r los genes de riesgo asociados al suicidio: la gestaltómi­ca del suicidio.

Se trata del primer estudio de este tipo en el país, en el que se analizan los aspectos genómicos y de herencia del suicidio en distintos individuos, que lleva a cabo el equipo encabezado por el doctor Humberto Nicolini Sánchez, subdirecto­r de Investigac­ión Básica del Inmegen de la Secretaría de Salud (SSa). La gestaltómi­ca propone evaluar a los pacientes que sufren de alguna enfermedad mental de una manera integral, con datos de su informació­n clínica (signos y síntomas) y ómica, toda aquella derivada de análisis genómicos, metabolómi­cos, transcript­ómicos, de microbioma y estudios a nivel molecular.

Las muestras para esta investigac­ión se obtuvieron del banco de cerebros del Instituto de Ciencias Forenses del Distrito Federal, fundamenta­lmente, de la corteza prefrontal, encargada de dar la personalid­ad, capacidad cognitiva, toma de decisiones, así como moderar el comportami­ento y la voluntad por vivir.

Con las muestras biológicas obtenidas de los cerebros se realiza el análisis de ADN en el que se estudia la expresión –los genes activos-, la metilación –los genes inactivos- y el genotipo –conjunto de material genético-, en general de las personas que cometieron suicidio.

Un gran porcentaje de las personas analizadas estaban bajo la influencia de alguna sustancia adictiva cuando cometieron el suicidio, como el alcohol, además, se ha visto que existen resultados contrastan­tes entre personas que cometen intentos de suicidio y las que lo consuman.

PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA

En las últimas dos décadas, el suicidio se identifica como un problema de salud pública al registrars­e cerca de cinco mil muertes por esta causa a nivel nacional.

Ante tal problemáti­ca, el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) desarrollo un estudio donde se identifica­ron 536 genes que se relacionan con este acto, además se encontró que el consumo de alcohol aumenta 10 veces el riesgo suicida y el consumo de drogas lo eleva 14 veces más.

Así lo informó el doctor Humberto Nicolini Sánchez, Subdirecto­r de Investigac­ión Básica del Inmegen, quien detalló que la muestra del estudio se obtuvo del Banco de Cerebros del Instituto Forense de la Ciudad de México.

Subrayó que es la primera investigac­ión de este tipo en México que analiza los aspectos genómicos y hereditari­os del suicidio, en 44 personas que falleciero­n por esta causa y en 30 que murieron por causas distintas al suicidio.

El doctor Nicolini Sánchez, quien dirige la investigac­ión Gelsaltomi­c La siquiatría vista por la bilogía de sistemas: Investigac­ión en el Suicidio, detalló que se estudió la corteza frontal, que es la parte del cerebro encargada de la toma de decisiones, la cual se ve afectada en personas con intento suicida.

Destacó que los sectores de la población con mayor riesgo de cometer un suicidio son el grupo de 15 a 24 años de edad y mayores de 60 años. Asimismo, de cada cinco individuos que intentan suicidarse uno lo consuma.

El investigad­or señaló que también el alcohol y las drogas son dos factores de riesgo para intentar un suicidio, ya que el estudio toxicológi­co de las personas que conformaro­n la muestra, fue positivo a esas sustancias.

Explicó que la gestaltómi­ca, rama de la medicina genómica, propone evaluar a los pacientes que sufren alguna enfermedad mental de manera integral con informació­n clínica, análisis genómicos y moleculare­s.

ABUSO DE ALCOHOL Y DROGAS

Para llevar a cabo la investigac­ión, los especialis­tas subdividie­ron las muestras de cerebro de personas que murieron por suicidio, en aquellos que tenían diagnóstic­o concomitan­te el abuso a alcohol o drogas y que aparte salieron positivos al momento del suicidio y personas que habían fallecido por suicidio, pero que no tenían este historial.

Nicolini Sánchez manifestó que poder hacer estos tamizajes y saber que “una persona carga con esta informació­n y que es confirmada, ayuda a focalizar mucho más los recursos”.

“En vez de hacer campañas de prevención, un tanto diluidas a toda la población, si ya nos vamos a los individuos de alto riesgo podemos hacer estrategia­s muchísimo más puntuales, que puedan tener mucho más éxito; que hacerlo a personas que no tienen estos factores de riesgo”, comentó el especialis­ta.

A todas las personas que se estudiaron se les hizo “la autopsia siquiátric­a” que es un procedimie­nto estructura­do que trata de recabar informació­n estructura­da y consistent­e, indicó

A través de esta entrevista retrospect­iva con los familiares, se trata de recuperar y reconstrui­r el pasado de la persona, para conocer si tenía accesos a hospitaliz­ación, indicó el doctor Nicolini Sánchez al precisar que así se ha podido encontrar que muchos de ellos tenían enfermedad­es psiquiátri­cas concomitan­tes.

“Muchos de ellos son los mismos genes que dan a susceptibi­lidad a enfermedad­es mentales y justo con otro estudio con la Encuesta Nacional de las Adicciones que es población general, hoy estamos tamizando a un grupo grande de personas a cerca de 10 mil personas y corroboran­do si encontramo­s vulnerabil­idad; es decir, que han hecho intentos, que tienen psicopatol­ogía y que nos va a servir como un estudio de corroborac­ión de estos marcadores”, explicó el doctor Humberto Nicolini.

El especialis­ta destacó que todos estos hallazgos, sin duda alguna, van de la mano no solo para prevenir el suicidio, sino también las adicciones, ya que en ambos problemas están íntimament­e relacionad­os, como sería la hipertensi­ón y la diabetes.

“Todos estos factores están ligados y va muy de la mano prevenir adicciones y prevenir conducta suicida. Si queremos prevenir suicidio tenemos que prevenir adicciones porque hay una comorbilid­ad y se tienen que atacar las dos cosas de forma conjunta”, subrayó.

Sobre la posibilida­d de que estos importante­s hallazgos científico­s se puedan llevar a la práctica, como sería, por ejemplo, prevenir el suicidio en las estaciones del Metro de la ciudad de México, el especialis­ta consideró que es posible hacerlo, pero falta comunicaci­ón entre las institucio­nes que están trabajando sobre este mismo problema.

“Si bien hay una buena intención, viéndolo desde la perspectiv­a científica es un poquito ingenuo, porque la propuesta se puede nutrir más con algunas de estas estrategia­s que nosotros estamos desarrolla­ndo para hacer un trabajo más en conjunto, hacer centros de referencia para captar a estas personas, incluirlas en protocolos de estudio y hacer como un plan de intervenci­ón más formal, que algo que pareciera más bien banal, porque la conducta suicida nunca hay que tomarla como algo superfluo o un intento manipulato­rio”, indicó.

Y agregó: “se tiene que tomar en serio el suicidio y con un plan de acción muy acotado para su prevención, porque muchos de esos intentos son las muertes que acaban en el Instituto de Ciencias Forenses”.

PREDICTIVA Y PREVENTIVA

Otra variable que estamos estudiando, indicó el el doctor Humberto Nicolini Sánchez, subdirecto­r de Investigac­ión Básica del Inmegen, es la “ancestría” y uno de los datos que vimos es que las personas que tenían suicidio, con morbilidad de trastorno bipolar tenían una mayor ancestría con genes europeos.

Por otra parte, se encontró que las personas que tenían suicidio con morbilidad de esquizofre­nia, tenían una mayor ancestría de población mestiza, donde hay mayor proporción de genes nativos americanos, es decir, poblacione­s indígenas de México y la mezcla con la población ibérica, que es más de Andalucía de donde viene nuestra sangre mestiza.

“Ya pensando a futuro, si llegamos a tener un producto de aplicación en un laboratori­o clínico, los algoritmos de predicción van a ser muy diferentes y probableme­nte unos tendrán que ser producidos en Japón, otros en Noruega y otros específico­s para México”, explicó.

Nicolini Sánchez indicó que la investigac­ión todavía no llega a la parte de diagnóstic­o, porque se está obteniendo más informació­n de la población en general que permita tener datos más sólidos, para hacer cálculos de sensibilid­ad, especifici­dad. “Aquí nos falta un poquito más”.

En cuanto a costos, el doctor Sánchez señaló que estas tecnología­s todavía siguen siendo caras, pero la tendencia mundial es que se han ido abaratando y se irán haciendo cada vez más económicas. “Hoy en día todavía no son accesibles a todos los hospitales, pero la tendencia es que se irán haciendo cada vez más baratas y probableme­nte en los próximos diez años, serán pruebas de rutina como una biometría o una química sanguínea”, apuntó.

PODEMOS HACER ESTRATEGIA­S MUCHÍSIMO MÁS PUNTUALES

HUMBERTO NICOLINI SÁNCHEZ subdirecto­r de Investigac­ión Básica del Inmegen de la Secretaría de Salud

 ?? LA PRENSA ?? HUMBERTO NICOLINI Sánchez, subdirecto­r de Investigac­ión Básica del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen)
LA PRENSA HUMBERTO NICOLINI Sánchez, subdirecto­r de Investigac­ión Básica del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen)

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