May sofoca rebelión en sus filas por el Brexit
La primera ministra británica acepta negociar concesiones por apoyo
LONDRES, Inglaterra. La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, sofocó una rebelión en sus filas al aceptar negociar algunas concesiones, todavía por determinar, a diputados de su formación que amenazaban con respaldar una enmienda que cedía control al Parlamento en la negociación del Brexit. La Cámara de los Comunes rechazó por 324 votos frente a 298 una cláusula que obligaba al gobierno a seguir el dictado del Parlamento en caso de no llegar a un acuerdo con Bruselas sobre los términos de salida de la Unión Europea que cuente con el visto bueno de las cámaras. May ya se comprometió en diciembre a someter a votación el eventual pacto al que llegue con los 27 socios comunitarios restantes, pero ese compromiso no especifica qué pasos debe seguir en caso de que el Parlamento rechace su propuesta. Varios diputados "tories", liderados por el ex fiscal general Dominic Grieve, se mostraron favorables a una enmienda que permitía a los parlamentarios forzar al gobierno a regresar a la mesa de negociaciones en caso de no haber alcanzado un acuerdo satisfactorio. Los Comunes continuarán evaluando hoy la ley antes de enviarla por segunda vez a la Cámara de los Lores, donde los diputados conservadores podrían introducir una nueva enmienda suavizada. La presión sobre el Ejecutivo para ceder ante los rebeldes comenzó ayer, cuando el secretario de Estado para la Justicia Juvenil y Familiar, Phillip Lee, anunció su dimisión por estar en desacuerdo con la política de May sobre el Brexit. En tanto, el empresario británico Arron Banks, que donó millones a la campaña a favor del Brexit, negó "contactos constantes" con la embajada rusa, en una dura comparecencia ayer ante una comisión parlamentaria. La comparecencia se produjo después de que la prensa británica afirmara que el embajador ruso en Londres ofreció hacer negocios en Rusia a este empresario del mundo de los seguros en las reuniones que mantuvieron antes y después del referéndum sobre la UE de junio de 2016. Banks, cuya mujer es rusa, dijo que se trataba de "una caza de brujas a gran escala" y admitió, eso sí, haberse reunido en alguna ocasión con el embajador.