Dictan cadena perpetua a terrorista neonazi
El fallo reavivó el escándalo por los errores policiales y la dudosa actuación de los servicios secretos
BERLÍN, Alemania. Beate Zschäpe, única superviviente del trío terrorista neonazi alemán Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), que asesinó a nueve inmigrantes y una policía entre 2000 y 2007, fue condenada a cadena perpetua en un macroproceso que ha dejado un sabor agridulce entre las víctimas. La Audiencia Territorial de Múnich cerró así el juicio de cinco años contra la integrante de la organización ultraderechista más mortífera de Alemania desde la II Guerra Mundial, aunque el fallo reaviva el escándalo por los errores policiales y la dudosa actuación de los servicios secretos en todo este caso. Zschäpe, de 43 años, fue considerada culpable de los diez asesinatos atribuidos a la NSU, a pesar de que no cometió materialmente ninguno porque los perpetraron sus dos compañeros, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, que se suicidaron en 2011 para impedir su detención tras el atraco frustrado que desveló la existencia de la NSU. Para condenarla, la corte argumentó la importancia de su "contribución" a la fundación y mantenimiento de la NSU, así como sus aportaciones a la materialización de los crímenes. La sentencia consideró probado que Zschäpe envió una docena de cartas a medios alemanes y asociaciones musulmanas
Los colaboradores restantes fueron sentenciados a entre dos y diez años de cárcel por apoyo a los principales autores materiales
con un DVD que revelaba, combinando imágenes de sus crímenes con escenas de los dibujos animados de la Pantera rosa, el contexto ultraderechista que hasta entonces la Policía había obviado. Las revelaciones de aquellos días conmocionaron al país porque las fuerzas de seguridad habían considerado a las víctimas bajas por ajustes de cuentas entre bandas mafiosas extranjeras. La investigación del Bundestag constató que la inteligencia alemana destruyó documentos relacionados con el caso una vez que les fueron solicitados, para no tener que entregarlos, pero no aclararon, entre otras sombras sobre su actuación, las alegaciones de que uno de sus agentes presenció uno de los asesinatos. El fallo no contentó a víctimas y damnificados ni a los partidos de la oposición, e incluso fue criticado por el gobierno turco, mientras que en varias ciudades alemanas se realizaron manifestaciones.