Teopanzolco devela sus secretos
Especialistas del INAH dan a conocer una subestructura localizada al interior de la pirámide
CUERNAVACA, Mor.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Morelos informó que descubrió restos de un templo dedicado a Tláloc al interior de la pirámide de la Zona Arqueológica de Teopanzolco tras el sismo del 19 de septiembre. Las arqueólogas Bárbara Konieczna y Georgina Yris, encargadas del descubrimiento y la delegada del Centro INAH Morelos, Isabel Campos Goenaga, explicaron que hallaron muros de un posible templo con una banqueta y restos de una pilastra estucada que sostenía un techo, pudiéndose tratar de posibles vestigios de la primera etapa constructiva de la pirámide de Teopanzolco, cuya antigüedad podría corresponder al período Posclásico Medio (1150- 1200 D.C) conforme a las características de su sistema constructivo. Informaron que después del siniestro en septiembre este sitio patrimonial cuya cronología principal se ubica en el Posclásico Tardío (1200 a 1521 D.C.) presentó diversas afectaciones, en especial en el reacomodo de la pirámide en su núcleo de estructura, situándose el daño más grave en la parte superior donde se ubican los templos de Tláloc y Huitzilopochtli, hundiendo e inclinando el piso entre ambos, poniendo en peligro su estabilidad. Para verificar los daños y efectuar los trabajos de recuperación abrieron dos pozos de sondeo, uno al interior del templo de Tláloc y otro en el pasillos que separa los oratorios. Mediante esta labor se descubrieron restos del que, al parecer, es el edificio más antiguo que se ha localizado en Teopanzolco, cuyo patrón arquitectónico es muy similar al del templo actual con muros de doble fachada hechos de piedras alargadas, bien cortadas y lajas, recubiertas de estuco al exterior y una banqueta que no es continua, enfatizó la arqueóloga, Georgina Yris. En el pozo ubicado entre los templos se encontró una pilastra recubierta con estuco que presenta una base inclinada semejante a las que sostenían los techos de los templos exteriores, sin embargo los techos pudieran ser de material perecedero, puesto que no se ha encontrado ninguna evidencia de la posible cubierta de mampostería. De igual modo, el estuco de los muros está casi pulverizado debido a la humedad, pero lograron rescatar algunos fragmentos que serán intervenidos, asimismo, encontraron una delgada capa de carbón bajo los pisos estucados del templo que están sobre una firme nivelación hecho de tezontle molido. De acuerdo a Bárbara Konieczna este adoratorio tiene un tamaño aproximadamente de seis metros de largo por cuatro de ancho con la escalinata de acceso del lado oeste, además de que posiblemente del lado derecho estén los restos de otro templo dedicado a Huitzilopochtli.