Juan Veledíaz
Pocas veces un secretario de la Defensa Nacional a los pocos días de asumir el mando, se gana el apoyo del personal de tropa, oficiales y generales que en años recientes se sintieron agraviados al negarles su derecho a ascender al grado inmediato superior al pasar a retiro. El pasado 20 de diciembre el general Luis Crescencio Sandoval González dictó una serie de órdenes al interior de la Defensa Nacional, una de las cuales fue que se restituía el derecho de todos los militares a ascender al grado inmediato superior para efectos de retiro. El tema fue uno de los que más disgusto y rechazo generó en las filas castrenses cuando fue suspendido, ya que se trataba de un beneficio legal que reconoce la labor de quienes han servido durante años en el ejército, y que a manera de último reconocimiento, se les concede el día que se retiran. Cuando Salvador Cienfuegos Zepeda, entonces titular de la Sedena, ordenó que este derecho se suspendiera y quedara solo para el pago de la pensión, el disgusto no se hizo esperar y se midió en la cantidad de amparos que se tramitaron en los juzgados federales administrativos. Tan solo entre el año 2013 y 2014, se contabilizaron mas de un millar de recursos legales. El descontento era encabezado por coroneles que les correspondía ascender a generales, capitanes que debían recibir grado de mayores, y generales de brigada a los que se les negó su derecho a retirarse como divisionarios. La razón de que se centrara en ese segmento del escalafón militar, era porque el ascenso implicaba un aumento de beneficios en servicios de salud y pensión. El caso emblemático fue el del general de brigada Salvador Martínez Villalobos, oficial de caballería que se inconformó y su caso lo ganó para que se le restituyera su derecho a ostentar grado de divisionario. La base legal de su argumento fue que como militar no podía ostentar dos grados, el que se le concedía en papel para cobrar su pensión como divisionario, y el de general de brigada con el que se acreditaba en sus documentos de identidad militar. El general Sandoval González es conocido porque siempre se ha manejado con un estricto apego a los reglamentos. Y como oficial de caballería con experiencia en mando de tropas en terreno, conoce de las privaciones y esfuerzos que implica el servicio en campo. Quizá por ello entre otras de las órdenes que dictó en diciembre estuvo suspender la baja de los soldados con más de 12 años de servicio, algo que con Cienfuegos se tradujo en un aumento de vacantes que menguaron la fuerza de las unidades desplegadas en terreno. Para la tranquilidad del personal, hizo saber que el salario no sería reducido ni aumentado, siguiendo el plan de austeridad. Y desde el mes pasado la jornada laboral es de lunes a viernes, solo laboran los servicios que se nombran para los fines de semana en todas las unidades. Se cuenta aparte las tropas que están en misiones de apoyo a la seguridad. Según un documento al que esta columna tuvo acceso, “con fecha 31 de enero de 2019 la totalidad del personal militar que se retiró del 2012 a la fecha ascenderán al grado inmediato con todos sus derechos y obligaciones, incluso con el derecho de portar las insignias correspondientes”. En la circular se propone “magnificar” este hecho en fecha por definir, en una ceremonia oficial donde se les restituirá este reconocimiento al que tienen derecho.