Javier Oliva
Se tratan de las primeras ceremonias Patrias del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en su calidad de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. Comenzado por la conmemoración del asalto invasor al Castillo de Chapultepec y la épica defensa de los cadetes del Heroico Colegio Militar y los Niños Héroes.
Por otra parte, en cuanto a loa simbolismos políticos, también asistieron las presidentas de las Mesas Directivas, de las Cámaras de Diputados y Senadores. Fue un acto en donde por primera vez en la historia de México, dos destacadas legisladoras, representaban a la soberanía ante un espacio donde se forjó la ruta de nuestro país. También estuvo la representación de la Guardia Nacional, en la persona de su Comandante, el General Luis Rodríguez Bucio. Estos datos, deben ser referidos como un paso determinante en la nueva etapa del sistema político en su conjunto.
El Grito para conmemorar el inicio de la Guerra de Independencia y el Desfile Militar, redondean
un ambiente festivo, que por tratarse del inicio de un sexenio, unifica e indica la fortaleza institucional de nuestro país. Sobre todo si consideramos que estamos viviendo la tercera alternancia en la Presidencia de la República en lo que va del siglo XXI. Es decir, que elites políticas y grupos van y vienen, pero la consistencia de las relaciones civiles militares permanecen e incluso, se profundizan. Y esto es algo que se debe reconocer.
Todas las Naciones, cuentan sus rituales que les dan origen. Rememorarlos es una manera de mantener viva la aspiración a mejorar las condiciones de vida.