Corazón Capital: inversión y bienestar
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revisó nuevamente a la baja las expectativas de crecimiento económico, con un crecimiento de la economía mexicana de solamente 0.7 por ciento. Aunque trate de una tendencia nacional, la Ciudad de México puede hacer la diferencia. Capital urbana, cultural, histórica, económica, académica, la Ciudad de México es un puente entre América Latina y América del Norte. Corazón económico del país, centro financiero y de negocios regional, la también Capital Cultural de América representa 17 por ciento de la actividad económica nacional.
Con el fin de optimizar el potencial de este polo de desarrollo y de atractividad que representa la ciudad, nace Corazón Capital. Esta asociación civil, apartidista, sin fines de lucro propone un esquema innovador de diálogo, vinculación y acción entredistintos sectores de la sociedad y de gobierno. Dirigida por Carlos Flores Vargas, con trayectoria sólida en el sector público, especialmente en materia de desarrollo democrático, Corazón Capital cuenta con un Consejo potente de 15 líderes económicos nacionales y globales, entre ellos Pablo González Guajardo, Antonio Del Valle Perochena, José Shabot.
Si bien cuenta con cuatro ejes de trabajo: desarrollo económico; bienestar e inclusión social; sostenibilidad y resiliencia; Estado de derecho, la primera misión de Corazón Capital fue desarrollar junto con la iniciativa privada, el gobierno, y el apoyo de McKinsey, un mecanismo de promoción y atracción de inversión. Este compromiso por la inversión y el empleo será presentado conjuntamente mañana ante medios, actores gubernamentales, económicos y de negocios, e internacionales.
Para ser exitosos, este tipo de mecanismos deben integrar un grupo de coordinación de alto nivel entre dependencias e instalar una vinculación estrecha con el sector privado basada en la apertura, el diálogo, pero sobre todo en la confianza. Este mecanismo, además de identificar los sectores prioritarios con innovación y creatividad, tendrá que impulsar proyectos estratégicos de inversión monitoreados y comunicados desde una visión de Gobierno Abierto; privilegiar el bienestar social y el interés general frente a negociaciones corporativistas o particulares. La conectividad del mecanismo con la escena internacional, y con las autoridades del gobierno de México competentes, podrá hacer una enorme diferencia. Varios elementos anunciados y/o ya activados por el gobierno capitalino incidirán en la capacidad de la ciudad para atraer inversión y mejorar su atractividad. Algunos de esos habilitadores públicos son la seguridad, la certeza jurídica, la mejora regulatoria o de su infraestructura urbana (sello prometedor de esta administración).
No solamente se trata de un anuncio aislado de millones de pesos, sino de detonar una ruta de trabajo común, de manera honesta y pragmática sobre los retos y realidades de la ciudad. Juntas y juntos enfrentarlos. Potenciar las fortalezas y las oportunidades de nuestra capital desde una visión urbana innovadora, dinámica e incluyente. Una Capital potente con crecimiento y desarrollo que le beneficien a todas y todos.