Estudiantes sacan adelante a abuelos
La Red de Apoyo Mutuo promueve la interacción de jóvenes con adultos mayores que no tienen familia
En la Ciudad de México se construye la Red de Apoyo Mutuo, cuyo objetivo es promover la interacción entre personas de la tercera edad y jóvenes para que los adultos mayores que se encuentran sin familia no se sientan solos en estas fiestas de Navidad y Año Nuevo.
La Secretaría de Inclusión y Bienestar Social (Sibiso), a cargo de Almudena Ocejo Rojo, impulsa este proyecto, mismo que ya se realiza en otros países de Europa e incluso de Latinoamérica, y forma parte del eje de trabajo denominado "Autonomía y Bienestar", del Instituto de Envejecimiento Digno (INED).
La Red de Apoyo Mutuo busca convenios con universidades para obtener servicio social por parte de los estudiantes; generar encuentros intergeneracionales con alumnos de todos los niveles de educación; promover los juegos tradicionales a través de la enseñanza de las personas mayores a estudiantes de educación básica y fortalecer la convivencia entre personas mayores sin familia con el resto de la población para disminuir el aislamiento.
De acuerdo con cifras oficiales, un millón 700 mil adultos mayores viven solos en el país, de los cuales 242 mil se encuentran en la Ciudad de México.
Antes de la emergencia sanitaria por Covid19 hubo tres encuentros intergeneracionales presenciales, pero después la estrategia se ajustó a un modelo a distancia para dar origen al programa "Acompaña a un Abuelita o Abuelito de la Ciudad de México".
Bajo esta modalidad, los jóvenes que participan en el programa hablan por teléfono con los adultos mayores para mitigar el aislamiento.
El Instituto para el Envejecimiento Digno, en colaboración con el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITEMS) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), convocaron a la comunidad universitaria a ser voluntaria para tener un acercamiento con los adultos mayores, que requieran o deseen acompañamiento telefónico temporal. Los adultos son captados mediante los seguimientos que hace el Instituto de Envejecimiento Digno.
Los jóvenes brindan como mínimo tres horas de su tiempo a la semana para platicar con una persona mayor. El tiempo de la llamada y los días que se realizarán podrán ser convenidos entre las personas mayores y las personas voluntarias.
Los jóvenes que son parte del proyecto firman una carta de confidencialidad y protección de datos personales y deben elaborar un reporte semanal indicando los días de comunicación y la duración de la misma y alguna observación que cada estudiante considere relevante.
Dicho proceso comenzó en abril del año en curso con la participación de 73 personas del ITESM, en julio se adhirieron 50 estudiantes de la UAM. A la fecha hay un total de 109 personas activas.
En total, se ha acompañado a 210 personas mayores desde el inicio del proyecto hasta ahora. Con la emergencia sanitaria han recibido acompañamiento 109 personas de la tercera edad, en un programa que cada vez se extiende para dar mayor cobertura, pues los adultos mayores también tienen mucho que aportar.
Los alumnos que son parte del proyecto firman una carta de confidencialidad y protección de datos