Orgulloso por honrar el legado de su familia
Jorge Ortiz de Pinedo recuerda las enseñanzas de sus padres, prepara un nuevo Cándido Pérez
Jorge Ortiz de Pinedo tenía ocho años cuando debutó como actor en la cinta Dos angelitos negros, pese a su edad, desde aquel entonces ya tenía una noción de cómo se ven la televisión y el cine tras bambalinas. El aprendizaje que obtuvo desde esa primera película, le permitió convertirse en uno de los pilares del entretenimiento en México.
Jorge es hijo de los actores Óscar Ortiz de Pinedo y Guadalupe Pallás, por eso para él era cosa de todos los días ver cómo se hacían las obras de teatro, las películas y los programas de televisión.
Más allá del trabajo frente a las cámaras, asegura que la mayor lección que aprendió de sus padres fue el respeto hacia la profesión y al público, con quien siempre ha mantenido el compromiso de ofrecer contenido de calidad.
“El legado de mi padre fue sobre el trabajo que desarrollaba, entregado plenamente a su carrera y su labor de entretener y divertir a la gente. Además fue un hombre muy querido, honesto y admirado por gente de su medio y por el público. Ese es el ejemplo que me dejó y su herencia, trabajar con honestidad, con fervor y con pasión, y tratar de realizar lo que la gente está esperando. Al ser gente de teatro te vuelves muy disciplinado, y eso te va ayudando a que llegues bien al cine y la televisión”, detalló.
Y aunque siempre agradece el apoyo de su familia desde sus inicios, asegura que el tener un apellido conocido no significó que su ascenso al éxito fuera algo sencillo. Lo que más le ha costado fue precisamente dejar de esperar a que alguien le llamara para darle trabajo, y empezar a generar sus propios proyectos.
Cándido Pérez, La escuelita VIP, Cero en conducta, ¡Qué madre, tan padre!, y Una familia de diez, son tan sólo algunos de los éxitos que llegaron a la televisión bajo su batuta, y hoy lo llevan a congratularse de haberse atrevido a dar el paso de buscar un lugar detrás de las cámaras.
“Me agradaba no tener que echarle la culpa a alguien porque algo no había funcionado, era mi responsabilidad total y también los merecimientos de un éxito, de un triunfo, de algo bien hecho que también decía `Ah bueno, puse mi grano de arena para que esto funcionara'”.
VUELVE CÁNDIDO PÉREZ
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que padece desde hace varios años no ha sido impedimento para que siga maquinando nuevos proyectos, tanto en teatro como en televisión.
Ya está acostumbrado a alternar temporadas en Ciudad de México y Acapulco para que su salud no se vea afectada por la altura, y siempre tenga energía para seguir trabajando. Su próximo gran proyecto es la nueva versión de Cándido Pérez, que si todo marcha de acuerdo al plan, llegaría a las pantallas el próximo año.
Pero pese al cariño que el público siente por este personaje, está consciente que volver a producir esta historia representa un gran reto dados los cambios de formatos en la televisión, sobre todo en la extensión de las series, que en este caso será una temporada de 13 episodios.
“Cándido Pérez fue importantísimo en mi carrera, hay mucha gente que reconoce lo que hice con ese personaje, pero la vida y las personas evolucionan, y ahora queremos hacer un nuevo doctor. Es otro estilo de hacer televisión, con nuevas técnicas de iluminación, de fotografía, de grabación, de audio. Será volver a ver a estos personajes, la gente se va a reír”.
Arath de la Torre será el encargado de revivirlo en esta nueva versión. Se pondrá mucho cuidado para asegurar al público un buen remake, y presentar a las nuevas generaciones un personaje que haga justicia al divertido doctor que conquistó al público hace 33 años.
Y para cerrar el 2020, el actor recordará su trayectoria en TAP: Taller de Actores Profesionales, que conduce Óscar Uriel y se transmite hoy a las 20:00 horas por el Canal 11.
Para 2021
prepara la nueva temporada de Una familia de diez, y las obras Cosas de mamá y papá y Doce hombres en pugna