Desaparecen familia por proteger bosques
Las agresiones contra protectores ambientales en México aumentan; en 2019 se registraron 39 ataques
México es peligroso para los defensores del medio ambiente, ya que tan solo en 2019 se registraron 39 ataques a ambientalistas, de acuerdo con el “Informe sobre la situación de las personas defensoras de los derechos humanos ambientales. México, 2019”, que concluye que en el país persiste una situación de violencia en contra de las personas protectoras del medio ambiente
“De enero a diciembre de 2019 se registraron 39 ataques a personas defensoras de los derechos ambientales. En el periodo, el homicidio fue, al igual que en 2018, la principal agresión cometida contra las personas defensoras del medio ambiente. De los 39 casos de ataques registrados, en 12 de ellos ocurrieron homicidios así como un intento de homicidio (21.1 por ciento). En estos ataques fueron asesinadas 15 personas”, dice el informe.
“En segundo lugar de las agresiones se ubican las amenazas con 11 casos (19.3 por ciento); en tercer lugar la criminalización (nueve casos, es decir 15.8 por ciento), y en cuarto lugar la intimidación (ocho casos que representa 14 por ciento). En menor número aparecen las agresiones físicas, el hostigamiento, la difamación, la desaparición forzada, el allanamiento, el robo, la privación ilegal de la libertad, la estigmatización, el secuestro y el uso indebido de la fuerza”, dice el informe del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).
Los ataques a ambientalistas siguieron en 2020. Uno de los casos es el de Elias Gallegos Coria y su hijo Fredy, quienes el 16 de octubre de 2020 fueron levantados por integrantes del crimen organizado y hasta la fecha se desconoce su paradero o si siguen con vida. Ese día, Elias Gallegos Coria acababa de volver de trabajar en su milpa, cuando fue sorprendido por el grupo criminal de El Chano Arreola y Víctor Espino Córtes. Elías, su hijo Fredy, esposa y nuera fueron sometidos y amagados con armas largas.
Los criminales se llevaron las pertenencias de la familia, pero también se llevaron a padre e hijo. Han transcurrido más de cuatro meses de aquel hecho y no se sabe nada de Elías, de 62 años, y su hijo Fredy de 41, campesinos de la comunidad de Guajes de Ayala municipio de Coyuca de Catalan, en la tierra caliente de Guerrero. Siguen desaparecidos.
Los defensores quedan en una vulnerabilidad ante intereses con caciquiles, políticos y corporativos, dice especialista “Los orígenes de los ataques a defensores ambientales tienen que ver particularmente con grupos de interés”
LAURA CASTELLANOS PERIODISTA
LOS CRIMINALES se llevaron las pertenencias de la familia, pero también se llevaron a padre e hijo. Han transcurrido más de cuatro meses de aquel hecho y no se sabe nada de ellos
“Él era campesino, cultivaba las tierras, criaba ganado, teníamos muchos animalitos. No tenía problemas con nadie, no se metía con nadie, tal vez su delito era de trabajar, sembraba el maíz y frijol”, platicó Elvira García, esposa de Elias y madre de Fredy, quien pensó que cuando sujetos armados se los llevaron, pedirían un rescate para que se lo regresaran. No fue así.
Adela, hija de Elìas y hermana de Fredy, dijo que a su padre le gustaba apoyar a la comunidad, al solicitar apoyos de Procampo y fertilizantes para la siembra de los pobladores, lo mismo que prestarles dinero o algún animal a los necesitados del pueblo: “Él era comisariado ejidal y ahora que se lo llevaron era presidente del Consejo de Vigilancia, cuidaba el bosque, el monte, los pueblos. Es lo que más nos duele, no terminamos de entender porqué se lo llevaron. Mi papá jamás le negó un taco o un favor a la gente, nunca se metió en problemas”.
La desaparición forzada de estos protectores de bosques se suma a una lista de hombres y mujeres defensores del medio ambiente, que han sido asesinados, desaparecidos y amenazados en el país en los últimos 10 años. Son agresiones que parecen una espiral de violencia interminable.
“Los orígenes de los ataques a defensoras y defensores ambientales tiene que ver particularmente con grupos de interés, que despojan recursos naturales, territorios o que buscaban imponer megaproyectos o que acosan, persiguen, amenazan, asesinan a líderes de comunidades para conseguir sus fines. En la última década ha habido una espiral de casos contra defensores ambientales”, explicó Laura Castellanos, periodista y especialista en el tema.
La también autora de “Crónica de un país embozado”, destacó que dos terceras partes de estos casos, son de comunidades indígenas.