Trumpistas se esparcen en las redes
Tras el veto de Facebook y Twitter, extremistas buscan opciones sin regulación y que son más confidenciales
SAN FRANCISCO. Gab en lugar de Twitter, MeWe por Facebook, Telegram para mensajería y Discord para personas con información privilegiada. Vetados en las plataformas principales, los movimientos conspirativos y supremacistas de EU muchos de ellos apoyan a Donald Trump, se han trasladado a redes que son más confidenciales y más difíciles de regular.
"El hecho de que Facebook y Twitter tardaran tanto (en prohibirlos) permitió a las personas influyentes reconstruir conversaciones y grupos casi sin problemas", dijo Nick Backovic, investigador de Logically.AI, una empresa especializada en desinformación en la red.
Después de la toma del Capitolio del 6 de enero en Washington, las principales redes sociales tomaron medidas contra las organizaciones involucradas, como Oath Keepers, Three Percenters y Proud Boys.
Facebook intensificó la purga de perfiles vinculados a movimientos armados. Se cerraron casi 900 cuentas. Twitter prohibió permanentemente a Trump y cerró 70 mil cuentas afiliadas a QAnon, un grupo que mantiene la teoría de que el expresidente
El expresidente
hablará hoy en público por primera vez desde su salida de la Casa Blanca, ante la CPAC, la gran reunión anual ultraconservadora
está involucrado en una batalla contra una presunta "élite" compuesta por pedófilos adoradores de Satán.
Pero millones de fervientes extremistas y teóricos de la conspiración se niegan a detenerse, según los expertos, que temen que la censura unirá a algunas personas de perfiles muy diferentes, a través de servicios de mensajería que fungirían como conversaciones de bar o familiares.
Pero aunque la expulsión de las principales plataformas ha limitado la capacidad de reclutar de los movimientos extremistas, las brasas arden bajo las cenizas.
Mientras tanto, el expresidente estadounidense hablará hoy en público por primera vez desde su salida de Casa Blanca, ante la CPAC, la gran reunión anual ultraconservadora.
Sin embargo, el Partido Republicano sigue mostrando profundas divisiones tras el mortal asalto al Capitolio.