Vicente Rojo fue un catalán muy mexicano
Con una retrospectiva de su obra en el Museo de Arte Moderno, se rendirá homenaje al artista fallecido este miércoles a los 89 años por problemas cardíacos
Murió uno de los últimos artistas de la llamada Generación de la Ruptura. Pintor, escultor, diseñador y tipógrafo que dio color a su país de adopción, Vicente Rojo perteneció a la generación de artistas plásticos que dejó atrás el muralismo de Rivera, Orozco y Siqueiros, para adentrarse en nuevas identidades.
Llegó a México a los 17 años. Su padre, Francisco, miembro del Partido Socialista, había arribado una década atrás en el Ipanema, el barco que llegó a Veracruz con 994 refugiados españoles.
Tanto sus antecesores como muchos de sus contemporáneos quisieron desentrañar la identidad del mexicano. Él no. Quizás porque su identidad siempre fue volátil.
"Dilapidó como pocos la conciencia de lo nacional", escribió la periodista Pilar Jiménez Trejo en la Revista de la Universidad en 2012, quien preguntó a Vicente Rojo qué tan mexicano se sentía. Él respondió: "Hay quienes tratan de descifrar la identidad del mexicano, y creo que, precisamente, esa identidad es lo indescifrable. Eso es lo que más me atrae de México: esa manera de estar siempre en movimiento le da una riqueza cultural muy viva, ágil, dinámica y creativa. México es para mí un misterio que no quisiera aclarar nunca".
Dejó la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda para trabajar como asistente del pintor Miguel Prieto en la oficina de Ediciones de Bellas Artes, donde tuvo su primer acercamiento a la gráfica; después llegarían la pintura y la escultura, terrenos en los que se convirtió en uno de los mayores impulsores y representantes del abstraccionismo.
"Los artista no mueren, con sus obras son eternos", dice el curador Ery Cámara al referirse al artista, quien falleció este miércoles por complicaciones cardíacas.
"El legado de Vicente Rojo está repartido en distintos lugares de México, en su obra gráfica, con todos los proyectos editoriales y en las intervenciones en espacios públicos, como Jardín urbano, su última gran obra", apuntó Cámara, curador en jefe del Museo Kaluz, donde el artista creó este mural con piedra.
Para Amanda de la Garza, directora artística del Museo Universitario Arte Contemporáneo, Rojo, ganador del Premio Nacional de Arte, tendió puentes entre el diseño gráfico y la plástica.
"Si bien había vasos comunicantes entre ambas tareas, él pensaba su actuación diferente en cada una; decía que el diseño gráfico estaba al servicio de la sociedad y el arte tenía otras características, no tenía la función de comunicación,veía una separación importante", refirió De la Garza.
Respecto a la Ruptura, Vicente Rojo dijo alguna vez: "hemos podido hacer nuestra obra sin tanta preocupación como lo hiciera la generación anterior, que en definitiva rompió con los viejos moldes. Pintores como Soriano, Pedro Coronel, Gironella, Vlady, Felguérez, abrieron la pelea en la que Cuevas fue el vocero más destacado". Ninguno de los mencionados sigue con vida. Vicente Rojo también dejó de existir, pero su legado forma parte fundamental del arte mexicano del siglo XX y las primeras dos décadas del XXI.
ERY CÁMARA CURADOR Los artistas no mueren, con sus obras son eternos”
AMANDA DE LA GARZA CURADORA Vicente Rojo decía que el diseño gráfico estaba al servicio de la sociedad”