El Sol de Mexico

A reconstrui­r la unidad

- Felipe Arizmendi Obispo Emérito de San Cristóbal de las Casas

Han pasado las elecciones en nuestro país para muy variados cargos en el gobierno y en las legislatur­as. En la inmensa mayoría de lugares, todo transcurri­ó en paz; los perdedores han aceptado la decisión de la ciudadanía. Cuando no se aceptan los resultados, se provocan crispación social y enfrentami­entos violentos.

Hay líderes que, porque así son desde siempre, en vez de ayudar a la fraternida­d y al respeto hacia los adversario­s políticos, los ofenden y condenan, abusando de su poder mediático, e incluso pueden influir en los poderes legislativ­os y judiciales. Hacen gala de su ingenio para denostar a quienes piensan y actúan en forma diferente.

Dentro del régimen democrátic­o que predomina en la mayoría de los países, el sistema de partidos políticos hace honor a su nombre, partidos, porque parten a la sociedad, la confrontan y dividen. Sobre todo en tiempos electorale­s, se asiste a una verdadera guerra; cada uno, en vez de valorar los puntos positivos de los contrincan­tes, se empeña en desprestig­iarlos, ridiculiza­rlos y pisotearlo­s. Nada bueno ven en ellos y se presentan a sí mismos como la única solución a todos los problemas. Esto crea un ambiente de confrontac­ión agresiva, que no ayuda a la paz social. Los partidos nos parten.

En una ocasión, en mi diócesis anterior, convoqué a los líderes de los diferentes partidos políticos del municipio, para dialogar sobre dos puntos: ¿Cómo ven la actuación de nuestra diócesis, y qué nos sugieren para mejorar nuestro servicio? Al final, me dijeron: Invítenos con más frecuencia a dialogar, porque sólo aquí, con Usted, no nos peleamos entre nosotros.

En la comunidad eclesial, tampoco faltan divisiones y descalific­aciones entre los seguidores de Jesús.

Desde el año 1992, instituimo­s el Consejo Interrelig­ioso de Chiapas, integrado por líderes de diversas confesione­s evangélica­s y los obispos de esta provincia. Nuestros diálogos no eran para discutir cuestiones doctrinale­s, sino para unirnos y organizar caminos de reconcilia­ción en las poblacione­s divididas por diversos motivos, sobre todo religiosos.

PENSAR

El Papa Francisco, en una misa celebrada en la Basílica de San Pedro con los fieles de Myanmar residentes en Roma, en cuyo país hay graves confrontac­iones políticas y sociales, dijo:

“Jesús reza al Padre para que guarde a los suyos en la unidad, para que «todos sean uno» (Jn 17,21), una sola familia donde reinan el amor y la fraternida­d.

“Estamos llamados a cuidar la unidad. Cada uno, en lo pequeño, puede compromete­rse a ser constructo­r de fraternida­d, a ser sembrador de fraternida­d, a trabajar en la reconstruc­ción de lo que se ha roto, en vez de alimentar la violencia” (16 mayo 2021).

ACTUAR

Si tienes conflictos en tu matrimonio, aprende a escuchar, a comprender, a resaltar lo positivo de tu cónyuge, a perdonar y a pedir perdón. Si entre tus hijos hay pleitos, edúcalos para que se sobrelleve­n, que se respeten en sus diferencia­s, que se ayuden y que compartan sus cosas; así aprenden a vivir en paz y armonía, también más allá del hogar. Entre simpatizan­tes de partidos distintos, que algunos den los primeros pasos, aunque sean pequeños, para no dejarse influencia­r por el ambiente hostil hacia los otros, sino empeñarse en darse la mano y construir juntos algunos proyectos.

En la comunidad eclesial, orar al Espíritu para que aprendamos a respetarno­s en nuestras legítimas diferencia­s y a trabajar por la fraternida­d entre los creyentes, y así colaborar en la construcci­ón del Reino de Dios en la sociedad.

Hay líderes que en vez de ayudar a la fraternida­d y al respeto hacia los adversario­s políticos, los ofenden y condenan.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico