Vuelve experiencia inmersiva de Da Vinci
La tecnología permite entrar al mundo creativo del artista del Renacimiento
Mirar sus pinturas emblemáticas tan cerca como la visión humana lo permite y experimentar algunos inventos técnicos como la polea o el aeroplano es posible con el proyecto Da Vinci Experience que, tras la suspensión por la pandemia, reabre sus puertas en Plaza Carso.
Se trata de una inmersión a la obra del creador renacentista no sólo a sus óleos, sino a su pensamiento como ingeniero, arquitecto y científico.
“No estamos en contra de la experiencia del museo tradicional, pero lo que ofrecemos es una experiencia paralela con distintas perspectivas de un hombre tan importante”, explicó Filippo Pandolfini, director del proyecto.
El recorrido, dispuesto en mil metros cuadrados, comienza con una línea de tiempo de la trayectoria de Da Vinci desde su entrada como alumno del estudio de Verocchio, su paso por Florencia hasta su estancia en Francia.
Sigue una serie de réplicas de sus pinturas más conocidas como Bautismo de Jesús y La dama del armillo, a una escala 1:1 de las obras originales para que el espectador pueda apreciarlas en su estado real en un espacio que tiene un aforo del 50 por ciento y las medidas sanitarias.
Enseguida el espectador se topará con una sala dedicada a los inventos de Da Vinci. Son réplicas de más de una decena de máquinas que produjo o dejó sentado su creación. Las piezas fueron recreadas por artesanos italianos que las recrearon según las propias notas del artista. Se puede apreciar el tanque de blindado, el planeador, el gato mecánico.
La última cena se recreó en una sala propia, en una réplica tridimensional y una visión digital que se va descubriendo al paso del público.
El recorrido cierra con la sala inmersiva, en la que una serie de pantallas gigantes reproducen algunas de las pinturas más importantes y de acuerdo a la secuencia musical aparecen juegos visuales que permiten al espectador, literalmente, sentirse abrazado por la obra de Da Vinci.