Betty Zanolli
En la
antigua y señorial ciudad romana de Valladolid, enclavada al noroeste de Madrid en el seno de un valle bañado por el agua y el sol y adornada por los olivos, tuvo lugar entre 1550 y 1551 un debate histórico, piedra miliar de los derechos humanos: la "Controversia de Valladolid", cuyos protagonistas fueron fray Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda y que tuvo por escenario el antiguo Colegio de San Gregorio, "Alma Mater" del propio Bartolomé.
Lo paradójico es que sigamos evocando lo que un día se combatió en Valladolid: no sólo en razón de la guerra y la dignidad del indígena, sino por el racismo inherente. Lo grave es que sea a consecuencia de lo expresado por el presidente de Argentina.
estas visiones opuestas y siguiendo la recomendación del Consejo de Indias, el 16 de abril de 1550 el monarca ordenó la presentación de ambos personajes ante la Junta de Valladolid, constituida "ex profeso", y prohibió toda empresa de conquista en tanto se resolviera si la guerra era justa o no. Sepúlveda justificaba la guerra en cuatro causas: servidumbre natural de los indios; eliminación de sus sacrificios humanos y antropofagia; liberación de los sacrificados, impulso a la evangelización cristiana, mismas que Las Casas impugnó.
Al final, el jurado se inclinó mayoritariamente por Sepúlveda, pero fue una victoria pírrica. Su obra fue retirada, mientras que la de Las Casas desde entonces fue divulgada ampliamente y reconocida como un referente fundamental en la génesis de los derechos humanos.
Lo paradójico es que a medio milenio de distancia, sigamos evocando lo que un día se combatió en Valladolid: no sólo en razón de la guerra y la dignidad del indígena, sino por el racismo inherente. Lo grave es que sea a consecuencia de lo expresado por el presidente de la república hermana de Argentina.
Sí, los fantasmas del racismo y de la discriminación siguen vivos, alimentados desde los púlpitos presidenciales en México y Argentina, cuyos titulares tienen mucho por aprender de quien ha sido el más grande y verdadero apóstol de los pueblos originarios de América.