Ambientalista yaqui es asesinado en Sonora
Suman dos los defensores de la tierra y del agua de la etnia que fueron muertos en los últimos dos meses
HERMOSILLO. Luis Urbano Domínguez Mendoza, activista protector del medio ambiente de la etnia yaqui, fue ejecutado con tres impactos de bala en el cráneo el pasado 8 de junio, cuando se encontraba afuera de una sucursal bancaria.
Al ser procesada la escena por la Fiscalía General de Justicia del Estado, el 12 de junio confirmó la identidad del activista e informó que no hay personas detenidas hasta el momento.
Tres individuos atacaron a Domínguez Mendoza con una pistola de calibre .40 milímetros, de acuerdo con lo que testigos revelaron a las autoridades y a los casquillos percutidos que reunieron los servicios periciales.
Luis Urbano Domínguez, de 35 años, se unió a la lucha por el agua y las tierras yaquis desde el año 2012, mientras se desempeñaba como empleado de la empresa Ferromex.
Este hecho violento en contra de la tribu yaqui no es el primero. El 27 de mayo se difundió a través de Facebook la desaparición de Tomás Rojo Valencia, vocero de la comunidad de Vícam, Sonora.
Familiares y amigos denunciaron que Rojo valencia salió a correr a las 5:00 horas de ese jueves, pero no regresó a su casa. El caso fue turnado a la Fiscalía estatal.
Autoridades de los tres niveles de Gobierno realizaron una búsqueda coordinada, sin tener resultados hasta ahora. En el operativo se incluyó el uso de vehículos y un dron para explorar la zona, con el apoyo de la Guardia Tradicional Yaqui, el domingo 30 de mayo.
Otro caso es el de Agustín Valdez N, yaqui de Loma de Guamúchil y encargado de la protección de su tribu, quien murió asesinado a balazos el 1 de mayo.
Sobre este hecho, la Fiscalía estatal informó que la víctima fue localizada con varios impactos de bala en el interior de
un Volkswagen Vento color gris, detrás de una iglesia de la comunidad, luego de ser atacado por hombres armados.
AGRESIONES AL ALZA
De acuerdo con cifras del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), las agresiones contra ambientalistas continúan al alza.
En 2019 la organización contabilizó 39 casos de agresiones a personas defensoras de los derechos de la tierra, el territorio y el medio ambiente, y casi un tercio fueron homicidios. Un año después, el número de ataques contra ambientalistas creció a 65, incluidos 18 defensores asesinados.
“Si bien México ha manifestado su voluntad de asumir obligaciones para la prevención y protección de las y los defensores ambientales, la grave situación de violencia a la que se enfrentan evidencia los retos pendientes de superar”, indica.
Y agrega que “la indiferencia e inacción del Estado mexicano se refleja en que el Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas no cuenta actualmente con los recursos económicos y materiales suficientes para llevar a cabo su labor”.