Arrecifes: la regeneración urgente
En su séptima sesión, el Consejo de Crisis Climática de la Organización Editorial Mexicana abordó un tema preocupante del cual no se habla suficiente: la protección y regeneración de los corales. México cuenta con fuerte presencia de arrecifes en su territorio marítimo y comparte el segundo más importante del mundo. Desde 1994, la Iniciativa Internacional de Arrecifes de Corales sensibiliza sobre la importancia de la protección de los corales. Hoy frente a la crisis climática cada vez más aguda están amenazados como nunca en la historia del planeta. La comunidad científica considera que aún de mantenerse el calentamiento a 1.5° como lo prevén los acuerdos internacionales, desaparecería el 60% de los arrecifes. Lo más alarmante es que de seguir con las prácticas actuales el planeta está encaminando a calentarse entre 2.7° y 3.2° para el final del siglo.
Como bien lo señala Roberto Cerda, activista e impulsor de la iniciativa Restore Coral, la vida de las especies, incluyendo la humana viene del mar. Menos del 1% del océano contiene coral, pero a su vez sostiene más del 25 % de la vida marina siendo la base de todo un ecosistema. Su desaparición acelerada pone en riesgo la vida de muchas especies amenazando también la seguridad alimentaria de hasta 1 billón de personas en el mundo. Protegen de la erosión de las costas, amortiguan los efectos de los huracanes y son una fuente de captación de carbono. El océano produce el 70% del oxígeno.
Desde la innovación social, el arte consciente y la ciencia, Roberto apunta la importancia de la sistematización de datos, de la educación y de la regeneración urgente que los arrecifes de corales necesitan. El modelo de granjas de corales, así como la incidencia política para la siembra de corales son una oportunidad social, económica y ambiental para una solución estratégica coordinada entre distintos sectores. Para ello, es también determinante trabajar sobre la sensibilización de los más de 15 millones de turistas que visitan el caribe mexicano rumbo a un turismo social responsable y por supuesto limitado con reglas mucho más severas, por la gravedad de la problemática ambiental en esta zona del país.
Entre las propuestas científicas y del activismo ambiental está la necesidad de fortalecer las acciones globales, la gobernanza internacional y detonar financiamiento para la restauración de arrecifes de corales, para el control estricto de emisiones de CO2 y el desarrollo de la innovación con tecnologías aplicadas para la regeneración de los ecosistemas. Pero en paralelo también se están usando la tecnología depredadora que pretende el año entrante detonar proyectos de minas submarina destruirán cientos de kilómetros de vida y ecosistemas marítimos.
Los gobiernos o territorios urbanos se olvidan del valor del océano en esta lucha por un planeta sano y una nueva relación con la naturaleza a pesar de la dependencia directa del mar para la vida. Al respecto, la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de la Subsecretaría de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos ha posicionado el tema en la agenda internacional resaltando la importancia del papel clave que un país como México debe jugar desde la responsabilidad colectiva internacional.