México y la Semana de Alto Nivel de la ONU
Este lunes comenzó la Semana de Alto Nivel en las Naciones Unidas (ONU), en el marco del 77o periodo de sesión de la Asamblea General. Como cada año, Jefes de Estado de todo el mundo se reunirán en la sede de la ONU en Nueva York para abordar los retos internacionales más urgentes y buscar soluciones conjuntas para responder a ellos.
Este año, entre otros temas a tratar que resultan inquietantes para el futuro de la diplomacia son: la invasión de Rusia en Ucrania, los avances de los efectos del cambio climático, y las frecuentes violaciones a los embargos de armas. Dependerá de los líderes mundiales y de su compromiso político el combinar esfuerzos y proteger los principios de la ONU.
México, en su calidad de miembro electo del Consejo de Seguridad (CSONU), ocupará uno de los 15 asientos en la mesa de debate. La delegación mexicana estará representada por el canciller Marcelo Ebrard Causaubon, quien presentará el plan del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para conseguir la paz entre Ucrania y Rusia. Entre las estrategias para el cumplimiento del plan del Presidente se encuentra la creación de un grupo de mediación conformado por el Secretario General de la ONU, el Papa Francisco, y el primer ministro de India, Narenda Modi. Será interesante escuchar las reacciones de la comunidad internacional ante el plan, especialmente las de las partes involucradas—quienes, al parecer, no fueron consultadas en el diseño de la estrategia.
Si bien el conflicto en Ucrania es un foco rojo para la diplomacia, México participará en otros eventos de alto nivel que subrayan la importancia de la ONU, y celebran los logros alcanzados gracias a la cooperación entre las naciones en su trayectoria histórica. El 26 de septiembre, la Asamblea General celebrará una reunión plenaria para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares. El desarme nuclear es uno de los principales objetivos de la
ONU desde su creación, y México ha jugado un papel histórico en la lucha para lograrlo: el Tratado de Tlatelolco de 1967 estableció a América Latina y el Caribe como la primera región libre de armas nucleares en el mundo.
Otro factor interesante es que la Semana de Alto Nivel de la ONU generalmente coincide con la Semana del Clima en Nueva York–una de las principales iniciativas internacionales para recabar apoyo político y fomentar acciones contra el deterioro causado por el cambio climático. Además de las reuniones organizadas por la ONU, cada vez más líderes internacionales aprovechan la oportunidad para presidir conferencias, concursos de innovación, y marchas contra el cambio climático. En ese sentido, será interesante observar de qué manera México participará en estas actividades. Tras la presentación de los objetivos del gobierno actual contra el cambio climático–durante el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Acción Climática en junio pasado–la Semana del Clima es una buena oportunidad para que la administración de AMLO reafirme su compromiso en el combate contra el cambio climático.
Cada año, la Semana de Alto Nivel de la ONU reafirma la importancia de la cooperación internacional en temas como la resolución de conflictos armados, la promoción de los derechos humanos, y el combate al cambio climático. Si bien el conflicto en Ucrania es una sombra sobre la ONU, considero que este año es importante reflexionar y reconocer los logros de la organización desde su creación, así como los esfuerzos que continúa liderando alrededor del mundo–entre los cuales figuran el acceso a la asistencia humanitaria, el respeto a los derechos de las personas pertenecientes a grupos minoritarios, y el desarme nuclear. México ha jugado un papel histórico en todas estas iniciativas, y confío en que seguiremos siendo un socio clave para la ONU en el futuro.
Asociada del COMEXI. Fungió como Asesora del Consejo de Seguridad en la Misión Permanente de México ante la ONU (2019-2022). Es licenciada en Relaciones Internacionales e Historia por Brown University y maestra en Asuntos Globales por el programa de Schwarzman Scholars, de la Universidad de Tsinghua, China.