Conflictos mundiales
El mundo se encuentra en un momento complicado. Si vemos las participaciones de los líderes mundiales en la Asamblea General de Naciones Unidas, observamos discursos con temas de profunda importancia que repercuten y tendrán consecuencias de años por venir. La muerte de la Reina Isabel II de Inglaterra marca el fin de una era. Así como hay siglos cortos y largos, el reinado de la monarca ha llegado a su fin (uno de los más largos en la historia de la humanidad). En su tiempo enfrentó también momentos de relevancia profunda para la historia mundial y su muerte llega en un momento en que el planeta se debate nuevamente el rumbo a tomar. Entre los temas más delicados que tendremos que seguir en los próximos meses son los siguientes:
El primero de ellos es el conflicto mundial y la invasión de Rusia a Ucrania. Así como hace varias décadas el mundo se partió en dos (o en tres) y los bloques y las potencias se alinearon de acuerdo con sus ideologías e intereses, así también hoy en día la conflagración y la alineación de las potencias se da en torno a los acontecimientos que suceden en este sentido.
Para el caso de nuestro país será importante no solamente la posición pública que tome, misma que no está exenta de sus propios riesgos, sino que tendrá mayor alcance por su forma de actuación y las acciones concretas que lleve a cabo en soporte de dicha posición. Lo que sí podemos adelantar es que veremos todavía mayor polarización interna y confrontación, usando como excusa lo que sucede fuera para avanzar posiciones dentro. ¿Por qué debería de importarnos? Porque nuestra posición comercial, geopolítica e ideológica habrá de determinar nuestro futuro, a querer y no.
El segundo gran tema que debemos tomar en consideración es la crisis inflacionaria que estamos sufriendo en el mundo actualmente. Esto es de la mayor importancia porque, a diferencia del punto anterior, este tema repercute de forma directa en el bienestar de la población, tanto en México como en otras naciones. Los bancos centrales tienen que reforzar la marcha para controlar este asunto antes que se desborde. Si bien las consecuencias de un problema inflacionario son diferentes de aquellas de una conflagración mundial, la realidad es que los gobiernos podrían enfrentar inestabilidad e ingobernabilidad.
Por último, existe un riesgo político para México relacionado con lo que habrá de suceder tanto en las elecciones de Estados Unidos como las propias. El riesgo está precisamente en el choque de bandos y la polarización política extrema cuyas ideologías tiran en sentido opuesto una de otra. Si a ello sumamos los puntos anteriores, hay entonces circunstancias muy peligrosas que debemos atender, estar alerta y mitigar riesgos. Si bien hay riesgos externos que no podemos controlar, hay también estrategias internas y domésticas que podrían ayudarnos a suavizar un posible impacto.
Me preocupa ver que en muchos casos, seguimos discutiendo y peleando por cosas que, tienen el potencial de llevarnos a una situación límite y debemos tener mucho cuidado al respecto. Por estar viendo hacia adentro de casa no debemos perder de vista lo que pasa fuera.