Nicaragua suspende señal a CNN español
El régimen de Daniel Ortega aumenta su persecución contra los medios de comunicación y la Iglesia
MANAGUA. El canal televisivo CNN en Español denunció que el gobierno de Nicaragua interrumpió su señal a través del sistema de cable en el país, en un nuevo episodio del enfrentamiento entre la administración del presidente Daniel Ortega y los medios de comunicación.
Desde que la nación centroamericana vivió una fuerte ola de protestas antigubernamentales en 2018, más de 200 profesionales del periodismo abandonaron el país al no poder informar adentro, según la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua.
"El día de hoy el Gobierno de Nicaragua sacó nuestra señal de televisión, negando a los nicaragüenses noticias e información de nuestra cadena, en la que han confiado durante más de 25 años", dijo el canal de noticias hispano en un comunicado en su sitio de Internet.
CNN en Español, un canal panamericano de noticias en español, propiedad de CNN Global, una división de noticias de Warner Bros. Discovery, destacó "el papel vital que juega la libertad de prensa en una democracia saludable".
Son embargo ha abordado la situación del país, muchas veces en tono crítico, y en uno de sus últimos programas entrevistó a un exfuncionario del poder judicial local exiliado en Estados Unidos.
CNN dijo que seguirá ofreciendo sus informaciones a los nicaragüenses a través de su página de Internet.
La emisora de noticias también recordó que las Naciones Unidas han expresado su preocupación por los ataques del Gobierno del presiente nicaragüense, Daniel Ortega, contra "la Iglesia, la prensa independiente y los defensores de derechos humanos en Nicaragua".
CALLA A MEDIOS Y A LA IGLESIA
Nicaragua atraviesa una crisis política que se acentuó tras las controvertidas elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.
En esta última etapa de gobierno, Ortega ha cerrado al menos 51 medios de comunicación, incluyendo 23 en agosto pasado, la mayoría propiedad de la Iglesia Católica, así como 15 espacios informativos, y ha confiscado diferentes medios de comunicación, incluyendo La Prensa, el diario más antiguo e influyente del país.
En otro acto de opresión del régimen, la Policía Nacional de Nicaragua prohibió dos procesiones católicas y la conmemoración del 453 aniversario de la traducción de la Biblia al castellano en algunas partes del país, dijeron fuentes religiosas.
En el caso de la Iglesia católica, las parroquias dedicadas a San Miguel Arcángel, en Managua, y San Francisco de Asís, en Camoapa, informaron que no podrán celebrar las procesiones en honor a las veneradas imagen, debido a una prohibición por parte de las autoridades.
En tanto, el Consejo Nacional de Pastores Evangélicos en la ciudad de Nagarote avisó sobre la prohibición de la celebración dedicada a la traducción de la Biblia.
Situaciones similares vivieron las parroquias San Miguel Arcángel y San Jerónimo esta semana en Masaya, donde la Policía Nacional prohibió celebraciones religiosas fuera de los templos católicos.
Desde las masivas protestas desatadas en abril de 2018, Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, ejercen un férreo control sobre la vida de los nicaragüenses y castigan con la cárcel a voces disidentes, ya sean opositores, periodistas o incluso miembros de la Iglesia católica.
La recién nombrada copresidenta de Nicaragua, Murillo ha tenido desencuentros con los obispos y sacerdotes, a quienes ha acusado de estar detrás de un supuesto "golpe de Estado fallido" en 2018, que está pendiente de pruebas, y por lo cual ha señalado a los religiosos de ser "terroristas", "lobos repugnantes", "hijos del diablo", o "pastores disfrazados".
La vicepresidente y esposa de Ortega, goza de la total confianza del mandatario y no hay duda de que tiene poder. Casi a diario protagoniza una alocución, donde emite órdenes, increpa a ministros, decide campañas, expresa deseos que se terminan haciendo realidad, o aprueba cuándo se debe reconocer que un alto funcionario pasó "a otro plano de vida".