Novela gráfica hace una crítica al amor romántico
La quinta entrega de la saga Lola Vendetta, exhibe incomodidades, preocupaciones y los placeres de las mujeres
Sin imaginar el alcance de sus trazos, Raquel Riba Rossy un día creó un bosquejo de una joven mujer llamada Lola Vendetta para quejarse de todo lo que le parecía molesto. De pronto, aquel ejercicio de dibujo le hizo ver que ese personaje femenino era un reflejo, no sólo de lo que le disgustaba a ella, sino a la mayoría de las mujeres a su alrededor. Así fue como comenzó su andar y aprendizaje junto a Lola, cuya más reciente novela es Lola Vendetta. Katanazo al amor romántico.
Lola Vendetta destaca por su forma directa de proceder y expresarse, también se puede ver por momentos confundida, e incluso sufre en la búsqueda de su propia voluntad y autovaloración.
La autora menciona que jamás ha sido su intención dibujar un personaje incólume, porque procesos como los que Vendetta y cientos de mujeres pasan, no son sencillos.
“El proceso de soberanía sobre una misma es doloroso, requiere de levantar la tapa de los horrores y ver lo que hay debajo, muchas veces lo que una ha vivido o ha comprendido como verdad o asume que le toca cargar en la vida, no nos deja avanzar. Eso era algo que tenía que vivir este personaje”, agrega.
La ilustradora comenta que las características de su personaje responden a una necesidad, surgida en principio de la experiencia de tener que comunicarse con un hermano suyo que vive con una discapacidad, por lo que recurrió al dibujo como método de sintetizar información para comunicarse con él. Pero también porque reconoce en los dibujos una herramienta poderosa, que muchas veces es mejor reconocida por niños y adolescentes, cuando en realidad es útil para todos, independientemente su edad.
“El dibujo tiene como característica especial que es un lenguaje que aprendemos mucho antes del lenguaje escrito. Es fácil comprender las emociones de los personajes y más aún si están enmarcados con trazos que nos parecen agradables. Yo siempre digo que el dibujo es una especie de Caballo de Troya, pues a través de él se pueden pensar conceptos súper complejos para el cerebro humano”, finaliza.