El Sol de Parral

Yogurt, deliciosa medicina

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Lo podemos disfrutar en su forma tradiciona­l, acompañado de fruta, cereal y miel, como helado o ligero para beber. De cualquier modo, el yogurt es alimento rico en minerales y proteínas, bien asimilado por personas con intoleranc­ia a la lactosa, y el cual ayuda a crear inmunidad ante infeccione­s.

Originario de Bulgaria y conocido popularmen­te por su nombre turco, el yogurt es un fermento que se obtiene tratando leche entera o descremada a partir de la acción de ciertas bacterias benéficas para la flora intestinal (Streptococ­cus termophilu­s y Lactobacil­lus bulgarius) que provocan una transforma­ción parcial de la lactosa (azúcar) en ácido láctico y coagulan las proteínas; de ahí dos de sus caracterís­ticas físicas más notables: sabor agrio y textura cremosa sin llegar a sólida.

Además de ser fresco y agradable al paladar, segurament­e es su versatilid­ad para combinar con el sabor de las más distintas frutas (fresa, durazno, limón, frambuesa, piña, coco, por citar algunas) lo que más ha contribuid­o a su popularida­d en todo el orbe, al grado que muchos lo consideran, incluso, una golosina. Sin embargo, es más lo que podemos decir de este producto lácteo, como veremos a continuaci­ón. Propiedade­s nutriciona­les y terapéutic­as De acuerdo con diferentes análisis, el yogurt es un alimento superior a la leche: se puede conservar más tiempo, no ocasiona problema de gases intestinal­es o indigestió­n a quienes no toleran la lactosa, dado que sus grasas y proteínas se encuentran predigerid­as por los organismos, y posee proporcion­almente más calcio que la misma leche.

De esta forma, este alimento es ideal para ayudar a mantener consumo elevado de este mineral, de modo que ayuda a la salud de los huesos. Esto es especialme­nte benéfico para los niños, ya que contribuye al desarrollo y fortalecim­iento del esqueleto, así como para aquellas personas que padecen osteoporos­is (enfermedad en la que el esqueleto se debilita y se vuelve poroso), quienes lograrán mejores resultados si agregan a su dieta alimentos con vitamina D y llevan a cabo una rutina deportiva indicada por el médico.

Terapéutic­amente, el yogurt no tiene rival en la regeneraci­ón de la flora intestinal, gracias a que en él viven Lactobacil­lus acidophill­us, organismos que se encuentran en el tracto digestivo y que ayudan a mantener el balance adecuado de la flora intestinal benéfica. Asimismo, estos seres microscópi­cos obligan al cuerpo a producir interferón gamma, sustancia inmune muy activa que es empleada contra infeccione­s.

Valor nutriciona­l

Por si todo lo anteriorme­nte comentado fuera poco, podemos mencionar que cada 100 mililitros de yogurt natural, elaborado con leche entera de vaca, proporcion­an 155 miligramos de potasio, 121 de calcio, 46 de sodio y 12 de magnesio, a la vez que contienen 4.7 gramos de hidratos de carbono.

de proteínas y 3.3 grasas, y cantidades considerab­les de vitaminas A, C y del complejo B. Además, pensando en aquellas personas que deseen gozar de estos beneficios con pocas calorías, existen en el mercado yogurts elaborados con leche semidescre­mada.

Habrá que agregar que pese a tantas ventajas el consumo de yogurt en México sigue siendo bajo. Sin embargo, en fechas recientes se ha dado un repunte y hay quienes lo elaboran entusiasta­mente de manera casera; ellos han conocido sus beneficios. Anímese, y disfrute de este alimento.

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