Plan Diocesano de Pastoral
Con el interés que tengo y con el gozo de conocer un poco más nuestro plan pastoral de nuestra diócesis de Parral me atrevo a escribir algo de él. Nuestro objetivo general como diócesis de Parral es favorecer una evangelización transformadora y de comunión, con preferencia a los pobres, a través de una planeación orgánica y participativa; promoviendo la formación integral de los agentes de pastoral, para que la diócesis haga presente el Reino de Dios.
¿Qué queremos? Favorecer una evangelización transformadora y de comunión con preferencia a los pobres.
¿Cómo? Promoviendo la formación integral de los agentes de pastoral.
¿Para qué? Para que la diócesis haga presente el reino de Dios.
¿Cómo? A través de una planeación orgánica y participativa. Explicación del objetivo general
Se trata de mejorar, ayudar y apoyar a un proceso que ya se lleva, dándole la importancia debida.
Evangelización: la Iglesia existe para evangelizar, este es al mandato de Jesús “vayan y hagan discípulos a todas las naciones” (Mt. 28, 1920). Evangelizar significa llevar la buena nueva a todos los habitantes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar la misma humanidad: “he aquí que hago nuevas todas las cosas” (Ap. 21,5). Pero la verdad es que no hay humanidad nueva si no hay en primer lugar hombres nuevos con la novedad del bautismo y de la vida según el Evangelio (EN n.18).
La finalidad de la evangelización es por consiguiente este cambio interior y, su hubiera que resumirlo en una palabra, lo mejor sería decir que la iglesia evangeliza cuando, por la sola fuerza divina del mensaje que proclama, trata de convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres, la actividad en la que ellos están comprometidos, su vida y ambiente concretos (EN n.18).
La buena nueva debe ser proclamada en primer lugar con el testimonio. Éste se da cuando un grupo de cristianos viven su capacidad de compromiso y de aceptación, de su comunión de vida, su destino con los demás y su solidaridad en los esfuerzos de todos en cuanto existe de noble y bueno (EN n.21).
Transformadora:
Toda evangelización debe impactar en la realidad, transformándola implantando el Reino de Dios. Los sectores de la humanidad se transforman, pues La fuerza del evangelio transforma los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad, que están en contraste con la palabra de Dios y con el designio de salvación (EN n.19). Estrella de la nueva evangelización ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión (Evangelii Gaudium)
¡María Reina de México! Pbro. Humberto Cobos Valencia