No bajan de la Sierra por temor a contagios
Pese a sufrir estragos por la sequía y no contar con reservas, prefieren quedarse en sus comunidades
Disminuye la migración de la Sierra a pesar de que están teniendo estragos por la sequía, ya que habitantes de estas comunidades viven del autoconsumo, la baja se le atribuye a que las personas no se mueven por temor a contagiarse, además de que han recibido apoyos de programas del Gobierno Federal, como Procampo.
Disminuye la migración de la Sierra a pesar de que están teniendo estragos por la sequía, ya que habitantes de estas comunidades viven del autoconsumo, la baja se le atribuye a que las personas no se mueven por temor a contagiarse, además de que han recibido apoyos de programas como Procampo.
Lucrecia Rubí, gobernadora del albergue San Andrés, informó que desde hace medio año aproximadamente, las personas de los sectores de la Sierra no han bajado a esta ciudad.
En ese sentido, detalló que la pandemia ha sido uno de los factores para que los habitantes de municipios serranos, como Balleza, Guadalupe y Calvo, así como Guachochi, se queden en su lugar de origen para no contagiarse.
Por su parte, Victoria Norte, habitante del asentamiento tarahumara, comentó que su papá no ha venido de la región serrana desde hace “bastante” y cuenta que están viéndose afectados por la sequía, ya que para estas fechas ya habían sembrado algo, sin embargo, hasta el momento esta actividad está parada.
Según cuenta siembran, frijol y maíz, el cual comercializan, pero en su mayoría lo utilizan para alimentarse, sin embargo; desde el año pasado es un problema que enfrentan ya que actualmente no cuentan con reservas por la sequía.
Por su parte. Martina Reyes, gobernadora del asentamiento El Venadito coincidió en lo anterior y añadió que no han tenido visitas de gente proveniente de la región serrana.
Sin embargo, aseveró que a pesar de no contar con el alimento que se tenía en años pasados, los apoyos del Gobierno Federal han servido para que no se muevan de su lugar, según lo comentó.
También van a Cuauhtémoc, donde se emplean en la pisca de diferentes cultivos, que al igual que otras actividades se está viendo mermada por la falta de lluvias.