Mario Alberto Gaytán
PROFESOR PUEBLINO: La huelga ferrocarrilera de 1959 de México, fue el resultado de un conflicto laboral entre los trabajadores de ese sector y el gobierno mexicano. PRIMITIVO: ¿Cuándo? PROFESOR PUEBLINO: 1959… TODOS: ¡Uuu!
PROFESOR PUEBLINO: Dada la importancia de la red ferroviaria mexicana, los ferrocarrileros tenían una fuerte presencia e influencia en la industria nacional. El sindicato ferrocarrilero fue el más combativo e independiente, por lo cual resultó el primero en ser reprimido en un acto conocido como “el charrazo”.
INDALECIO: El que no brinque es “charro”.
PROFESOR PUEBLINO: La represión en contra del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM) buscaba eliminar su democracia y acabar con su cultura de protesta, pero sobre todo fulminar su independencia política.
LUPITA: ¿Y eso qué tiene que ver con los charros?
PROFESOR PUEBLINO: La estrategia del gobierno consistía en colocar al frente del sindicato a Jesús Díaz de León, apodado “el Charro” por su afición a la charrería, leal a las posturas gubernamentales. Con ello inició una tradición vigente que consiste en imponer en los sindicatos a líderes corruptos bajo un esquema corporativista para manipular los incrementos salariales, controlar e impedir los emplazamientos a huelga, así como defender los intereses de la empresa y del gobierno en turno.
SOLEDAD: Les dieron un “charrazo”. PROFESOR PUEBLINO: Las peticiones de los trabajadores: la mejora del salario y unas condiciones de vida digna. Recibieron el apoyo de los maestros, telegrafistas y petroleros, que convocaron una huelga en solidaridad. La respuesta del gobierno a la huelga fue muy severa. Algunos sindicalistas fueron asesinados, miles de trabajadores fueron despedidos y sus principales líderes encarcelados. Al frente de los huelguistas se encontraban Demetrio Vallejo y Valentín Campa, que se convirtieron en dos iconos de los movimientos de izquierda.
MANUELITO: El pueblo, contra el mal gobierno.
PROFESOR PUEBLINO: Los diputados acusaron a Vallejo de estar apoyado por una embajada extranjera para derrocar al gobierno. Las cámaras nacionales de industria se unieron a la campaña contra los sindicalistas del ferrocarril. La CTM se declaró en contra de las demandas de los ferrocarrileros. A partir de ese momento se desató una violenta represión contra los huelguistas. Esta no solo afectó a los ferrocarrileros, sino también a los trabajadores del petróleo, a los maestros y a algunos estudiantes. Se estima que unos 9 000 ferrocarrileros fueron despedidos.
MORAIMA: El uso de la fuerza y no de la razón.
PROFESOR PUEBLINO: Tropas federales, policía y agentes de la Dirección Federal de Seguridad tomaron locales y oficinas nacionales del sindicato. Valentín Campa se veía obligado a pasar a la clandestinidad hasta que, un año después, fue detenido, juzgado y condenado a ocho años de prisión. La brutal represión del Estado dio fin al movimiento sindical independiente más importante de la segunda mitad del siglo XX. Pese a ello, su aportación cultural triunfó desde el momento en que logró la reorganización obrera, los paros escalonados, el incremento salarial y la elección de líderes representantes de la base trabajadora. PANCRACIO: ¿Perdieron o ganaron? PROFESOR PUEBLINO: El movimiento obrero había perdido la batalla. Miles de trabajadores quedaron en paro definitivo. Algunos recuperaron sus trabajos, otros se jubilaron y los menos fallecieron, sin haber vuelto a sus antiguas labores.
DOCENTE JUBILADO