Entabla alcalde diálogo con inconformes
ATLIXCO, Pue. Un par de reuniones, por separado, se llevaron a cabo este miércoles entre el alcalde de la ciudad, José Luis Galeazzi Berra y dos distintos grupos de atlixquenses que se han manifestado en contra de las obras en la antigua estación del ferrocarril y por la construcción del proyecto de Barrio Smart City.
Después de los cónclaves, realizados en las oficinas provinciales del presidente municipal, y los cuales en su conjunto alcanzaron cerca de tres horas, hubo varios acuerdos entre ambas partes:
En primera instancia, tomar en cuenta la posibilidad de darle mayor movilidad a la cercanía de la estación del tren mediante modificaciones urbanas como la colocación de vagones simulados.
Y al mismo tiempo permitir más accesibilidad mediante un crucero seguro a nivel con estacionamiento, indicaron Diana García y Paúl y Norberto Sánchez, quienes pusieron sobre la mesa esa propuesta a Galeazzi. La primera, además de destacar la importancia de “realmente tomarnos en cuenta y no decirnos sí, en el práctica no concretar nada”, destacó la importancia de permitir a los ciudadanos, de manera conjunta con la autoridad local, construir la ciudad en donde viven. Después de esta cita, llegó la segunda. Ahí aparecieron representantes del llamado Consejo Ciudadano Atlixco Unido (CCAU) cuyos integrantes clausuraron físicamente con cintas amarillas la obra en la antigua estación el pasado domingo. Y tras más de dos horas y media de intercambio de puntos de vista sobre el proyecto Barrio Smart City, hubo cuatro pactos: El primero será convocar el próximo martes a una asamblea ciudadana abierta, en el centro de convenciones de la ciudad, con un objetivo: la explicación total del proyecto de parte del edil José Luis Galeazzi.
Dos: El Ayuntamiento quedó comprometido a publicar de manera pronta, específicamente en el área de los trabajos de la antigua estación del tren, el permiso correspondiente ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para la destrucción de las bancas, consideradas por muchos atlixquenses patrimonio histórico.
Tres: Crear un grupo de ciudadanos quienes cumplirían labores de una Contraloría para vigilar de cerca el gasto total de los 9 millones de pesos invertidos en ese esquema urbano. Y cuatro: Monitorear, los involucrados, la entrega de los permisos a quienes venderán comida en el área donde estaban las bancas para evitar suspicacias relacionadas con preferencias hacia amigos o familiares de las autoridades.
En ambas reuniones estuvo presente además de Galeazzi, Paola Caballero, directora de Obras Públicas de la Comuna, y un representante del esquema internacional de Smart City, de origen venezolano.