De lengua me como un taco
Del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad”. Aristóteles
Los políticos están convencidos que en una campaña no es la ética la que va a determinar el triunfo. Piensan que es un factor negativo que pone en riesgo el triunfo el ser respetuosos y mesurados. Agredir, insultar, vociferar, calumniar, imponer, calificar, son algunos conceptos rentables para asegurar el estar en la palestra hacia la victoria.
Rafael Echeverría habla de tres dimensiones particulares de los juicios y de las formas de ser. Mencionaré sólo la segunda dimensión que consiste en tratar a los juicios como afirmaciones sin hacer distinciones. De manera que “para quienes operan así las consecuencias suelen ser la rigidez, la intolerancia (…) Un juicio diferente es tratado como error, como falsedad. El legítimo espacio de la discrepancia se transforma en un espacio potencial de confrontación. En la medida en que se considere (los juicios propios) como verdaderos y los ajenos como falsos, se (relega) a los demás a la esfera del mal o incluso de lo diabólico. (Se crea) el terreno para el fundamentalismo y la intolerancia.” (Echeverría. 1999, Ontología del Lenguaje pág. 130)
Es lo que hemos estado oyendo de unos y otros quienes sostiene que el otro es el equivocado. Que es el otro quien no está bien. Que es el otro quien tiene el interés de revolver el país en un mar de imputaciones sin aceptar su responsabilidad en lo que hay, para bien o para mal. Entonces la mentira pasa a jugar un papel toral en el discurso. No hay ética política, sí mentiras con el fin de pescar en río revuelto.
En La Prensa de Panamá, sección de Opinión del día de ayer, el profesor Pedro Luis Prados (quien estudio en la UNAM), escribió: “Nuestros actos son el resultado de una elección libremente escogida y somos responsables de ellos, con ellos construimos eso que llamamos destino. El alcance de un acto, su ponderación valorativa y la culpabilidad o satisfacción deriva de la moralidad del mismo, es un contenido de conciencia íntimo que dice a “El castigo los demás lo que somos. No hay forma de eludir la responsabilidad y ante ella sólo queda la racionalización de la culpa o la gratificación ética.” (Prados, 2018, “Las malas conciencias”. La Prensa, Opinión).
Atribuir a los demás lo dañino es el pan de cada día. No hay responsabilidad, más bien se trata de eludirla, aunque en el fondo sabe el grado de culpabilidad que tiene; y pasa a racionalizar el comportamiento para justificar la conducta. Es lo que sostiene el profesor Prado. Y dice además que “…la mentira adquiere una lógica interna y una secuencia discursiva que el emisor asume como una verdad absoluta. Se engaña a sí mismo para engañar a los demás.” Desde este plano en que es la conducta humana, tengo la convicción de que aún no hay nada definido en términos electorales. Es claro que los políticos de cada una de las tres alianzas (Juntos Haremos Historia, formada por MORENA, PT y Encuentro Social; por el otro lado está Por México al Frente que lo conforman Acción Nacional, Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano; y la constituida por el Revolucionario Institucional, Verde Ecológico y Nueva Alianza, con nombre: Todos por México) aseguran que van a ganar las elecciones. Pues ni modo que vayan a decir que saben que van a perder, cuando apenas terminó –oficialmente- la precampaña para protocolizar a los candidatos Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya Cortés, y José Antonio Meade Kuribreña, quienes están buscando el posicionamiento entre la racionalización y lo emocional.
Para ello, veo tres dimensiones en las que se va a dar la lucha. Una donde será más el discurso emocional (75%) que el racional (25%); otro más la postura racional (75%), emocional (25%); y la dimensión de 50% y 50%. Ubico en la primera a AMLO; en la segunda al RAC, y en la tercera a JAMK.
En este sentido, veo que la tendencia será que AMLO no subirá más (incluso bajará), que los otros dos subirán. A mayor mentira va haber más vulneración. Todo es posible y caballo que alcanza gana. ¡Aguas!
*Consultor y asesor en Comunicación Política y Organizacional jdelrsf@gmail.com;