Macron y Merkel refrendan la reconciliación
Donald Trump inicia su visita a París con ataques, una reconciliación y polémica por cancelar homenaje a los soldados estadounidenses caídos en la Gran Guerra
PARIS, Francia. El presidente estadounidense Donald Trump provocó ayer en París una nueva crisis con Francia -debido a un error de interpretación-, pero luego corrigió el error y se “reconcilió” con el presidente Emmanuel Macron, y horas después volvió a crear desconcierto al rehusarse a asistir a una ceremonia en homenaje a los soldados estadounidenses caídos en la Gran Guerra.
Apenas atterrizó en París, el jefe de la Casa Blanca calificó de “insultante” el proyecto de Macron de crear un ejército europeo "para defenderse de China, Rusia e incluso de Estados Unidos". Durante la entrevista con Macron, celebrada ayer por la mañana en el Palacio del Elíseo, el presidente francés logró disipar el malentendido tras explicarle –diplomáticamente- que había confundido dos declaraciones.
Trump debía visitar por la tarde el campo de batalla de Belleau y el cementerio estadounidense adyacente, pero desistió de hacer el previsto viaje en helicóptero, argumentando las condiciones del clima. La decisión fue considerada como una “falta de respeto” por los descendientes de los excombatientes estadounidenses de la Gran Guerra que se habían desplazado hasta ese predio, considerado como la mayor necrópolis militar norteamericana en el extranjero, pues allí hay 2 mil 288 tumbas y mil 060 memoriales.
A la misma hora, en una ceremonia profundamente emotiva, Macron y la canciller alemana Angela Merkel visitaron el vagón donde se firmó el armisticio que puso fin a la Gran Guerra, ubicado en un claro del bosque de Compiegne, al norte de París. Se trató de la “primera vez desde 1945” que un presidente francés y un jefe de gobierno alemán se reunían en ese lugar cargado de simbolismo.
En 1940, después de invadir Francia, Adolfo Hitler organizó la firma de la capitulación en el mismo vagón donde 22 años antes los representantes de la Alemania imperial habían rubricado el armisticio de la Gran Guerra. Como parte de la reconciliación después de las dos guerras que devastaron a Europa en el siglo XX, el presidente François Mitterrand y el canciller Helmut Kohl caminaron de la mano en 1984 para depositar una ofrenda ante el monumento a los muertos en el cementerio de Verdum.
Angela Merkel
y Emmanuel Macron develaron una placa por el Día del Armisticio, 100 años después del final de la Primera Guerra Mundial.